Una cocina de líneas extraordinariamente sencillas y una elegante y gran mesa de comedor integrada en la isla, es todo lo que se necesita para lograr un ambiente agradable y funcional en un espacio no excesivamente grande.
Compuesta por toda una pared de columnas con acabados en acero inoxidable, en la que se encuentran los hornos, frigoríficos y vinoteca, con una pequeña zona de trabajo a su derecha, deja todo el protagonismo a la imponente isla que contiene la placa de gas, el fregadero y a continuación la mesa con sillas de respaldo alto para siete e incluso ocho personas.
Este estilo, con una elegante combinación de blanco y roble oscuro es una de las composiciones que se encuentran a la vanguardia de cocina abierta al comedor, donde se quiere delimitar claramente el espacio correspondiente a cada sector mediante el contraste de colores y materiales.
Acabados en chapa de roble oscuro son los armarios de alrededor de la placa, que incluyen un mueble con horno y cafetera, nevera, congelador y despensa, mientras que a la derecha se ha ubicado un gran módulo bajo suspendido del suelo con encimera de Silestone y un decorativo estante de vidrio en la parte superior con un par de lámparas.
La campana extractora es de techo, el fregadero integrado y las puertas y cajones no tienen tiradores porque cuentan con sistema push o pulsadores. Solo el lavavajillas lleva un asa para abrirlo. Sobrio y moderno.