Paisajismo urbano, su incidencia en la experiencia de ciudad

Veruzka Tatiana Aarón Torregroza Magister en Gestión Ambiental Especialista en Políticas y Mercados de Suelo para América Latina

Revista Construyendo
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Santa Marta es una ciudad costera que se ha posicionado nacional e internacionalmente como un destino turístico de sol y playa, sin embargo, esta tendencia viene cambiando debido a los distintos procesos de planificación del que ha sido objeto y a través de los cuales se ha logrado el consenso entre autoridades, gremios y ciudadanía en general, de que la real y mayor fortaleza de la ciudad se encuentra en su biodiversidad y por tanto es el ecoturismo su apuesta estratégica para conquistar los distintos mercados.

Lo anterior no quiere decir que la ciudad urbana como tal vaya a quedar por fuera de ese escenario, todo lo contrario, se requiere que los distintos actores locales públicos y privados direccionen esfuerzos mancomunados por armonizar la oferta de espacios urbanos y rurales en función de mejorar y especializar las ofertas de atractivos turísticos del destino de manera integral.

Tan importante como es ordenar, generar y optimizar las condiciones necesarias para acceder a la oferta ecoturística, es necesario que desde el punto de vista urbanístico se configuren los servicios y equipamientos adecuados para el turismo en general, ya que quienes arriban al territorio para disfrutar de sus variadas ofertas, necesariamente van a demandar experiencias agradables, consistentes y consecuentes con la imagen de ciudad que se expone para su promoción. Así mismo, esas mejores condiciones urbanas beneficiarán directamente a la población local, la cual por su parte demanda para su cotidianidad un entorno de servicios de mayor calidad y accesibilidad.

En ese orden de ideas, uno de los aspectos en los cuales bien se debe comenzar a trabajar dado su impacto socioeconómico para la ciudad, es en el paisajismo urbano. Entendiendo que éste no es solo un referente estético, sino que va más allá, pues se encuentra fuertemente relacionado con la calidad de vida, la sostenibilidad urbana, la cultura entre otros elementos estructurales de ciudad.  El paisajismo urbano, en esencia, responde a la naturaleza de las sociedades que ocupan un territorio, sin que esto indique obviar que estas hacen parte de un todo que involucra otras especies y sistemas interdependientes, cuya funcionalidad garantiza en gran parte la calidad de vida de las poblaciones.

Así las cosas, el paisajismo de la ciudad de Santa Marta debe reflejar lo que integralmente la constituye como parte de un hábitat, con sus manifestaciones sociales y culturales, con la identidad de su gente frente al territorio y sus perspectivas sobre el mismo.

Si bien la morfología urbana de la ciudad se ha ido transformando sustancialmente por cuenta de la intervención de los sectores público y privado, a través de la construcción y/o ampliación de vías, parques, recuperación de espacio público y construcciones residenciales; lo cierto es que el producto de todas estas intervenciones en conjunto no reflejan todavía una clara definición de propuesta frente al paisajismo urbano, específicamente en cuanto a metas para la provisión de superficies verdes, corredores o senderos arbolados y espacios abiertos, los cuales son un componente esencial de la oferta de bienes y servicios públicos de las ciudades sustentables.

La ciudad requiere un plan específico para satisfacer la demanda de bienes y servicios públicos urbanos, sobretodo llevar ese plan a una política pública que se ha efectiva en los nuevos desarrollos habitacionales, en donde hoy por hoy las normas están permitiendo apegarse a los mínimos estándares constructivos, de tal forma que la calidad del urbanismo en estas nuevas áreas se ha visto disminuida.

La Organización de Naciones Unidas, ONU, recomienda a los países que las ciudades urbanas deben tener por lo menos 16 m2/ habitantes, mientras que la OMS recomienda al menos 9m/hab. A fin de contextualizar el caso de la ciudad de Santa Marta, a continuación se presenta un cuadro comparativo con alguna de las principales ciudades colombianas y sus resultados frente a la implementación del Índice de Calidad Ambiental Urbana  para el año 2013.

Fuente: Informe Nacional de Calidad Ambiental Urbana. Año 2013. Ministerio de Ambiente. Diciembre de 2015. Cuadro de elaboración propia.
GRAFICO 1
Fuente: Informe Nacional de Calidad Ambiental Urbana. Año 2013. Ministerio de Ambiente. Diciembre de 2015. Cuadro de elaboración propia.
Rangos de Calificación que tiene el Ministerio de Ambiente. Para su calificación, se definieron valores de referencia y una escala de calificación de 0 a 1 para cada uno de ellos, donde 0 es Muy bajo y 1 es Muy alto.
 Entre 38 áreas urbanas con población entre 100.000 y 500.000 habitantes, Santa Marta no presentó reporte para el Informe de Índice de Calidad Urbana del año 2013.
  Expediente para la revisión del POT Componente Urbano.
GRAFICO 2

Rangos de Calificación que tiene el Ministerio de Ambiente. Para su calificación, se definieron valores de referencia y una escala de calificación de 0 a 1 para cada uno de ellos, donde 0 es Muy…

Previous Next Play Pause

Como se observa en el cuadro anterior, al comparar el índice de superficie verde urbana por habitante del que se tiene conocimiento para la ciudad de Santa Marta, este se encuentra por debajo de ciudades vecinas como Barranquilla y Valledupar. La diferencia se mantiene con respecto a las ciudades por fuera de la región Caribe como Medellín y Bogotá.

Es oportuno señalar que entre las ciudades referenciadas, solo Santa Marta y Valledupar hacen parte del grupo de  ciudades con población en el rango de entre 100.000 y 500.000 habitantes.

Lo anterior solo puede indicar que la ciudad precisa dar mayor relevancia a este componente dentro de su proyección y desarrollo urbano, por lo cual resulta fundamental y oportuno que en medio de las múltiples intervenciones que se vienen realizando en la ciudad, se incorpore de manera planificada un mayor componente de naturaleza, de forma que se logre la interrelación y continuidad de los distintos sistemas de nuestro territorio (ríos, humedales, flora y fauna), con respecto a los entornos artificiales. Es necesario naturalizar el urbanismo. 

Teniendo en cuenta que en la actualidad la ciudad se encuentra en el proceso de revisión del Plan de Ordenamiento Territorial, se abre una oportunidad para que se defina una propuesta urbanística concertada que integre la ecología y la arquitectura urbana, que permita redimensionar su oferta natural para hacerla accesible para el disfrute de propios y visitantes; funcional en la vida diaria y sobretodo que la misma contribuya como medida estratégica contra el cambio climático.

La gestión pública del paisajismo urbano es una tarea que debe asumirse con el mayor de los compromisos, ya que este es uno de los aspectos más sensibles para el ejercicio de la gobernanza ambiental en los territorios urbanos, dado su significativa incidencia en la calidad de vida, en el desarrollo económico, la integración del tejido urbano y la sostenibilidad del territorio. La gestión pública si bien involucra el diseño y toma de decisiones sobre las intervenciones, también requiere un mayor esfuerzo en términos de control y seguimiento de las dinámicas de desarrollo, los cuales deben ser efectivos tanto en lo preventivo como en lo correctivo, pero especialmente deben estar articulados a una política pública integral consistente con la visión del territorio que se planifique y en donde concursen todos los estamentos sociales.





Publicidad