Las madres son ejemplos para los hijos. Ellas forman en valores humanos y los llenan de fortaleza en los momentos difíciles a pesar de no estar todo el tiempo con sus retoños.
Esos son los criterios expresados por la Subintendente Jeidy Páez Ocampo del área de Gestión Humana de la Policía Metropolitana de Santa Marta, quien luce con un aspecto de ternura y suavidad pero a la hora de hacer cumplir las normas es muy estricta.
Ella está casada con el Teniente Juan Gabriel Herrera Naranjo, con quien comparte su afinidad por la Institución Policial y su vida en familia al lado de su hijo Juan Pablo.
Es muy común verla leyendo cuentos o textos infantiles con su hijo, jugando a los muñequitos, recorriendo la casa mientras lo lleva en su espalda o dedicándose a darle la comida. Pero cuando tiene el uniforme y se enfrenta a los delincuentes esconde esa sutileza y delicadeza armándose de valor y fuerza.
“A parte de ser madre uno cumple una función (en este caso) como policía, que genera mucha responsabilidad pero sabemos que en la casa nos esperan los hijos para que lesbrindemos todo ese amor y apoyo moral por eso siempre debemos sacar las situaciones adelante”, estima la uniformada.
Para ella ser madre es una oportunidad de la vida que Dios les da a las mujeres y algo que “nos hace sentir un amor inmenso por un ser humano que no conocemosinicialmente durante el embarazo perohace que nos aferramos más a la vida y que deseemos brindar lo mejor de nosotras”.
La Subintendente se considera una mujer de normas en su misión en la institución policial. “Tenemos el amparo de Dios para proteger la vida y hacer cumplir las leyespero en casa somos más flexiblesaunque inculcamos los valores a nuestros hijos acatando el dicho “Educa al niño de hoy para no castigar al hombre del mañana” y con Juan Pablo, mi hijo, siempre he sido una mujer de normas, que busca su independencia y buena formación”.