Un tigrillo ocelote (Leopardus pardalis), fue encontrado muerto y en estado de descomposición.
El animal fue víctimas de las balas asesinadas de los cazadores de fauna silvestre, así lo precisó la Autoridad Ambiental a través de comunicado, anexando que fue encontrado en el antiguo cauce del arroyo Bruno, por ambientalistas y comunidad indígena el pasado 8 de junio, cuando realizaron una inspección del lecho del viejo cauce.
Este suceso lamentable ocasionó que un grupo de técnicos profesionales de Corpoguajira y la Fundación Omacha (operadores del centro de atención y valoración de la empresa Cerrejón), se trasladaran al punto donde fue encontrado el individuo.
En la inspección del cadáver se encontró que presentaba un orificio de bala en su extremidad izquierda inferior lo que le ocasionó una deficiencia en el músculo imposibilitándole cazar y obtener los alimentos necesarios para su supervivencia.
También se identificaron heridas de aves carroñeras, puesto que sus globos oculares y órganos internos no fueron encontrados; los profesionales estiman que el deceso fue dado 4 días antes de poder ser encontrado y resaltaron que no fue imposible obtener más información de la muerte debido a su alto grado de descomposición.
Por ello, Corpoguajira extiende un llamado a los cazadores de fauna silvestre, es momento de respetar la vida de las especies y reconocer el grandioso valor que representan en el ecosistema.