La tasa de analfabetismo del departamento se encuentra en 37,4 por ciento, tres veces mayor a la nacional, que se ubica en 12,6 por ciento, de acuerdo con las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane.
Septiembre es el mes de la Alfabetización, instaurado por la Unesco con la intención de visibilizar los avances y desafíos en materia de escritura y lectura, para destacar la importancia del derecho a la educación en el desarrollo de la sociedad y la necesidad de aumentar los esfuerzos para erradicar el analfabetismo en el mundo.
En el país sí que hay mucho por hacer, sobre todo en La Guajira. Y es que 37,4 por ciento de los habitantes del departamento son analfabetas, registrando la mayor tasa de la costa Caribe.
La tasa de analfabetismo de La Guajira es tres veces mayor a la nacional, que se ubica en 12,6 por ciento, de acuerdo con las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane.
César Arismendi, director del Centro de Pensamiento Guajira 360°, considera que a pesar de algunos avances en materia de educación, aún existen desafíos importantes para lograr la reducción del analfabetismo y es una preocupación que en varias ocasiones ha manifestado la Unesco, dado que su erradicación o disminución ha sido lenta.
“Está demostrado empíricamente, que los padres de familias que se encuentran en dicha situación no se involucran en el proceso educativo de sus hijos, lo que genera un alto riesgo en torno de su permanencia al interior de los ciclos educativos”.
De igual modo, señala que esto incide en su calidad educativa, lo que conduce a un proceso de reproducción sistemática de las condiciones de pobreza, en este sentido destaca que, con base en el censo de 2005, en La Guajira se calcula el nivel de analfabetismo en un 37,4 por ciento.
Mayor incidencia
La incidencia más alta del analfabetismo se observaba en el municipio de Manaure, sobre todo en la población mayoritariamente indígena de la etnia wayúu.
Por otra parte, Arismendi cita un estudio realizado en 1994m que concluye que existe una alta correlación entre el nivel de escolaridad y el origen étnico, y entre el nivel escolaridad y la incidencia de la pobreza.
“Es necesario que se comience a cerrar la brecha que relaciona el analfabetismo con el hecho de pertenecer a alguna etnia indígena, que las próximas investigaciones arrojen como los wayúu, kogui y demás grupos culturales, se han apropiado de la educación demostrando un alto nivel en sus capacidades de lectura y escritura y mucho más”.
