La comunidad señaló que en reiteradas ocasiones han denunciado la situación que atraviesa su sector y hasta ahora las autoridades han hecho caso omiso.
Sin salir de noche y sin divertir la vista en el parque de La Vida, así viven los habitantes del barrio Tawaira, quienes se sienten casi encarcelados y están al borde de realizar manifestaciones, incluso han pensado tomarse el Palacio Distrital.
El barrio Tawaira tiene problemas de iluminación en casi todas las luminarias que pertenecen al alumbrado público. “En la administración de Isaac Godin, nos cansamos que nos vinieran a arreglar las luces, volvimos nuevamente este año para que el director de Servicios Públicos del Distrito, Eugenio Benjumea, no atendiera y todavía seguimos con las mismas, ya nos cansamos de llevar tantos oficios”, indicó Yajaira Lucia Gutiérrez, presidenta a la Junta de Acción Comunal.
Aunque el barrio tiene un parque donde antes a los niños sus padres lo sacaban a pasear, esta bonita actividad hace parte del pasado reciente de este sector de la ciudad; más bien observan al parque como un lujo al que solo pueden contemplar de lejos, porque no se puede. De día los ataca el sol ya que tiene pocos árboles y de noche se convierten en presa fácil de los delincuentes.
“Aquí los niños no pueden venir a compartir por la inseguridad que hay. Estamos cansados porque ya son cinco muertos en el Parque de la Vida y sin contar los que han fallecidos en accidente de tránsito y además, sin meter los atracos que se cometen a diario y que no denunciamos debido al miedo”, argumentó Gutiérrez.
Puntualizó que ojalá en el Distrito se obre con sensatez “que no se tiren la bolita, como lo ha venido haciendo el director de Servicios Públicos del Distrito, Eugenio Benjumea Argote, que le tira la bolita al alumbrado público o se la tira al secretario de Obras, Miguel Pitre”.
Este medio de comunicación llamó en varias ocasiones a Eugenio Benjumea Argote para conocer la versión desde su óptica la situación que se viene viviendo con la problemática de estos barrios y no contestó al número celular que tiene registrado en esta redacción.
Con respecto a la seguridad, los habitantes piden presencia de la fuerza pública, que no la observan ‘ni en las curvas’, agregan que el barrio también hace parte de la ciudad de Riohacha. “Pagamos impuesto, nos sentimos muy abandonados”, dijo la presidenta a la Junta de Acción Comunal.
Gutiérrez también reprochó la construcción de las materas gigantes en las cuales se sembraron unos árboles “éstos al secarse, hoy son utilizadas por los delincuentes, drogadictos para esconderse”.
