Incautan carne venezolana en Maicao

Carne de ganado procedente de Venezuela, decomisada en Maicao.

La Guajira
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Las condiciones en que se transportan no garantizan la calidad de los productos debido a que son enviados en cajas de cartón, bolsas plásticas o de papel, baldes o sencillamente arrojados en el piso de un baúl de los vehículos.

La Policía en Maicao informó que ayer poco después de las 5 y 10 de la mañana, en la calle 16 con carrera 1 a la altura el barrio Villa Amelia en la margen izquierda sobre la carretera que comunica a Maicao con Paraguachón, se incautaron 75 kilos de carne de res, la cual era transportada en bolsas plásticas negras en el interior de un baúl de un automóvil tipo Malibú procedente de Venezuela.

Según la autoridades, la carne no tenía permiso de importación y sin las condiciones de refrigeración para la conservación, ni el tratamiento higiénico del cárnico; además, la propietaria de la carne ilegal, es una ciudadana que portaba una cedula de extranjería expedida en Venezuela, pero no se precisó si fue detenida por intentar ingresar carnes de manera ilícita al país.

Es habitual y de particular costumbre que en esta ciudad por su cercanía con la frontera, sea un mercado apetecible para los comercializadores de alimentos perecederos traídos de la vecina República de Venezuela.

Pero las condiciones en que se transportan no garantizan la calidad de los productos debido a que son enviados en cajas de cartón, bolsas plásticas o de papel, baldes o sencillamente arrojados en el piso de un baúl de los vehículos sin ningún tipo de refrigeración que le ofrezca alguna conservación mientras llega al consumidor final.

Entre otras cosas, lo más atractivo para los comerciantes en Maicao y otras ciudades de La Guajira y de la Costa Atlántica, son los bajos precios a que son adquiridos esos productos que llegan inicialmente a esta ciudad fronteriza, desde donde es despachada a otras ciudades, luego de dejar aquí una parte para el consumo local, cárnicos estos que son vendidos generalmente a los dueños de tiendas, que luego es venida en los barrios al consumo popular, donde no existe el más mínimo control de calidad que pueda advertir sobre el peligro de el consumo de estas carnes importadas ilegalmente.