Continúa la zozobra en Maicao por arremetida de la delincuencia

La Guajira
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Los ciudadanos que habitan en la fronteriza ciudad Maicao, se sienten cada vez más inseguros ante la arremetida de la delincuencia que cada día cobra más víctimas. Los atracos a mano armada ruedan en moto ante la mirada asustada e impotente de la comunidad.


A pesar de las evidencias y los constantes requerimiento de la ciudadanía a las autoridades, estos no parecen tener eco ante tanto vandalismo, robo, atracos, fleteos, asaltos e ilícitos que se comenten tanto en el centro del municipio como en sus barrios populares donde la población es más vulnerable.

Lo robos se cometen bajo la misma modalidad, donde el parrillero armado es quien tiene la palabra, mientras que el conductor del liviano automotor se muestra siempre listo para después de cometido el delito salir raudo y veloz con su compinche.

Las quejas de la comunidad son el pan de cada día para que las autoridades asuman el papel que les corresponde, ante lo cual se siente desamparada porque los únicos resultados que saltan a la vista es que cada día los atracos se incrementan. Son muchos los botones para la muestra si de inseguridad se quiere hablar en Maicao.

Cuatro ejecutivos de una entidad bancaria fueron despojados de sus maletines, pertenencias, equipos móviles y documentos correspondientes a la entidad. A las mujeres en Maicao se les ha privado de usar sus accesorios como el bolso, porque son blanco todos los días de los atracadores que les arrebatan bajo amenazas de muerte, ante lo cual la mayoría debe ceder ante el peligro de los sujetos armados.

Los pillos, usan generalmente motos sin placas o si las tienen, proceden a colocarles los denominados anti-espías, lo cual les impide a simple vista a los ciudadanos detectar el número y las letras o en ultimas cuando ya tienen focalizado el objetivo para el ilícito utilizan una bayetilla o un trapo normal para tapar las placas mientras se alejan del lugar del atraco.

Se dice de manera muy coloquial en las esquinas del municipio, que los atracadores ya le tienen medida la capacidad a las autoridades, especialmente a la policía de la cual se burlan permanentemente, pues su condición de mototaxista (servicio de mensajería y transporte informal), sin ninguna identificación, con o sin casco, sin uniforme y sin un número que lo rotule como un servidor decente, les da licencia para realizar sus labores al margen de la ley sin inconveniente alguno.

Los atracos se cometen en las puertas de los colegios, las residencias, las terrazas de las casas en las calles o cualquier vía pública, sin que hasta el momento se conozca noticia alguna que hayan sido capturados y judicializados los responsables, muchos, - a decir de varios afectados-, actúan en una extraña alianza que han hecho los antisociales criollos con ciudadanos venezolanos, llegado del vecino país, ante la apretada situación económica que enfrenta el país petrolero.




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