La falta de mercadeo, derivada de la cruda crisis económica que afecta a muchos establecimientos en este municipio, además, del cierre de algunos; cuyos dueños se han declarado en quiebra, por no producir ni siquiera para pagar el arriendo y ha llevado a otros a ser objetos de embargos y lanzamientos.
Se ha conocido que por lo menos de cuatro a cinco negocios han optado por dejar de funcionar asfixiados sus propietarios por las deudas, de empréstitos y falta de venta.
La cartera de morosidad para determinados comerciantes resulta tan difícil de saldar que los arrendadores de locales comerciales han tenido que recurrir a instaurar demandas en contra de los inquilinos para que le sean secuestrados elementos como refrigeradores, entre otros aparatos y enseres, en aras de poder recuperar parte del dinero que les deben, tal y como sucedió con una frutera y frigorífico ubicados en la vía principal de esta localidad el pasado sábado.