Le celebraron cumpleaños a su padre en el cementerio

la tumba de Domingo del Carmen Silva Gómez rodeada de sus hijos y familiares, quienes le celebraron su cumpleaños, dos años después de su muerte.

La Guajira
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Cuatro días antes de morirse, Domingo del Carmen Silva Gómez, cumplía 79 años de edad, quedó con las ganas de festejarlo. Dos años después sus hijos y su señora se lo celebraron en el cementerio Nuestra Señora de Los Remedios.


En el año 2014 Silva Gómez tenía ganas de tomarse unos tragos, se lo manifestó a sus familiares aun encontrándose para esos días recluido en un centro asistencial en Santa Marta, que el día de su cumpleaños el 28 de abril se los ‘iba a pegar’, como suelen hacer los guajiros. Lo que si ya para ese entonces tenía seguro, eran dos botellas de whisky

Pero por cuestiones de la vida, Domingo del Carmen Silva Gómez el 24 de abril del 2014, falleció, sus amigos y familiares lamentaron lo sucedido y comentaban la alegría que lo embargaba y que estaba preparando su festín.

Dos años después, el 28 de abril del 2016, su compañera sentimental en compañía de algunos familiares, decidieron festejárselo y organizaron su agasajo, con sillas, friche con bollo y tragos. Al momento de repartir el whisky, siempre le echaban el de él a la tumba.

Aunque con un tanto de tristeza, Martha Beatriz Silva Barros, una de sus hijas indicó “estamos celebrando el cumpleaños número 81 de mi padre Domingo del Carmen Silva Gómez, cumpliendo así su deseo”.

Durante la fiesta familiar era peculiar escuchar muy seguidamente la canción de La Malagueña, “esa le hacía recordar su infancia, porque su madrina lo arrullaba era con esa melodía y hoy es importante para nosotros porque para él representaba mucho”, argumentó Silva Barros.

“He aprendido que una persona solo muere cuando no se piensa y cuando sus acciones dejan de repercutir en aquellos que le rodearon, o sea que mi papá sigue vivo y lo estará por muchos años más. Así que, aunque no hay una torta, al menos con una copa brindamos a su nombre y pese a las lágrimas que se me escapan de los ojos, intentaré mantener la alegría que le caracterizaba” dijo con sentimientos encontrados Martha Beatriz.

Martha Beatriz demostró que no hay mejor manera de manifestar a los que físicamente no se encuentran que recordarlos con una sonrisa entre los labios y de disfrutar cada momento como si estuvieran presentes.




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