Estudiantes del Centro Etnoeducativo número 11 Jarijumana, zona rural del Distrito de Riohacha, siguen recibiendo clases bajo enramadas y árboles, denunció su directora Remedios López Epinayu.
La funcionario aseguró que gracias al esfuerzo de sus docentes y padres de familia, construyeron cinco aulas, más el laboratorio que está funcionando.
La institución cuenta actualmente con 578 alumnos, de los cuales 448 se atienden en la sede principal, y el resto en las subsedes.
La rectora Remedios López, hizo un llamado urgente al alcalde electo del Distrito de Riohacha Fabio Velásquez, para que una vez posesionado visite la institución, y pueda en el terreno observar la cantidad de estudiantes que no cuentan con la infraestructura adecuada para seguir sus estudios.
Explicó, que es una población alta de estudiantes que requieren unas instalaciones confortables para poder rendir en su desarrollo académico, pues el objetivo de esa población es seguir con sus estudios universitarios.
Agregó que la institución cuenta con las herramientas tecnológicas adecuadas, para que los estudiantes puedan desarrollar sus habilidades, gracias al aporte de instituciones como el Servicio Nacional de Aprendizaje Sena y la Asociación Chevron Ecopetrol que les apoyó para la instalación de paneles solares.
La Directora del Centro Etnoeducativo número once, precisó que afortunadamente cuentan con agua gracias a un molino de viento que utilizan para la cocina, los baños y el lavado de la ropa.
Explicó que el gobierno distrital les envía tres carros- tanques de agua mensual, que es la que utilizan para el consumo humano.
Los estudiantes también apoyan la solicitud de su directora, y esperan que el nuevo alcalde se interese en el tema, y los apoye con la construcción de sus nuevas aulas para que todos cuenten con el espacio necesario para seguir adelante.
