Felices de regresar a su tierra nativa pero tristes por dejar un hogar por el que han luchado en al menos nueve o diez años, un grupo de colombianos que salieron en calidad de deportados de Venezuela, fueron embarcados por la Cruz Roja en buses con destino a sus ciudades de origen o al menos a donde tienen familiares que los reciben.
“Nos vamos a nuestra tierra, yo junto a mis tres hijos y mi esposo, vamos con destino a Barranquilla, en donde tengo una hermana que me ha dicho viene para acá, que acá buscamos un solar o una casa y la arrendamos para que vivas con tu familia” dijo Elvira Cantillo, antes de abordar junto a otras 42 personas, los buses dispuestos para el traslado desde Maicao.
La Cruz Roja, a través de su presidente en Maicao, gestionó para que estas personas sean llevadas a Cali, Popayán, Pereira, Medellín y especialmente un grupo que salió a las 10 y 30 con destino a las tres ciudades más importantes de la costa, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena, para devolver a la dignidad a este grupo de compatriotas.
“Es una labor que hacemos humanitariamente, con las directrices de la Cruz Roja Colombiana, para que estas personas, estos seres humanos, sean atendidos por el gobierno nacional en sus lugares de origen y con dignidad” dijo Nasser Yebara, presidente del organismo en Maicao.
Yebara también dijo que “Hacemos nuestro mejor esfuerzo, para que esta gente que en algunos casos llevaba más de 30 días en un encierro mientras los deportaban y en otros casos ni siquiera habían comido en dos días, sean atendidos con la dignidad que todo ser humano se merece”.
Al momento de partir, los deportados subieron a los buses aplaudiendo, cantando y dando vivas a su tierra y a la Cruz Roja, con la felicidad de haber vivido una odisea que lograron superar.
