Habría falta de actualización de los terrenos que pertenecen a los humedales.
Las cercas de madera y alambre a las orillas de algunos humedales de Chiriguaná tienen preocupado a los habitantes. Los humedales aledaños a la ciénaga de ‘Chepito’ protegen la biodiversidad de grandes extensiones de campo verde en el municipio del centro del Cesar.
Por eso, las cercas de madera y alambre demarcadas, al parecer, por vecinos del sector, preocupan debido al deterioro de la zona, propiedad de la nación y del municipio. En época de verano, los playones que se forman en las orillas se convierten en zona de alimentación de ganado.
El problema de los humedales de Chiriguaná, según funcionarios, es la falta de actualización de los terrenos que pertenecen a los humedales y que, en teoría, deben ser protegidos.
Sin embargo, esa desactualización permite que algunos extiendan sus fincas hasta llegar a las orillas de los humedales. En Colombia la Ley 357 de 1997 marca algunos mecanismos de protección para los humedales. El artículo 4, por ejemplo, determina que se “fomentará la conservación de los humedales y de las aves acuáticas creando reservas naturales en aquéllos, estén o no incluidos en la Lista y tomará las medidas adecuadas para su custodia”.
Las cercas están a la vista de los viajeros por la vía que conduce de Chiriguaná al corregimiento de Aguas Frías.
Chiriguaná tiene un complejo Cenagoso bastante amplio, ubicado al norte, donde conecta con el Río Cesar.
Por eso, la petición de la Personería de Chiriguaná es que el Concejo mediante un acuerdo fije la protección de esos humedales, y junto al Alcalde y el jefe de Planeación se unan para recuperar esos terrenos. Y obviamente, habrá que actualizar un georreferenciación con el Instituto Geográfico de Agustín Codazzi.
