La Tramacúa, la cárcel que alberga a los delincuentes más peligrosos del país

Cesar
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Junto a Rafael Uribe Noguera, el asesino de la niña Yuliana Samboní, quien fue trasladado esta semana a la Penitenciaría de Valledupar, están entre otros Luis Fernando Garavito, ‘la bestia’ y Levith Rúa Rodríguez, ‘la Bestia del matadero’.

 

Considerada una de las cárceles más seguras de América Latina, la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar se ha convertido en los últimos años en el centro de reclusión de los delincuentes de mayor peligrosidad en Colombia. Allí, entre los cerca de 1.500 internos que alberga actualmente el penal, figuran los llamados ‘monstruos’ y ‘bestias’ que han cometido los peores crímenes en el país.

Violadores en serie de niños y mujeres, asesinos en masa y seriales, narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares, extorsionistas y secuestradores, son algunos de los perfiles de quienes pagan condena o están sindicados en esta cárcel construida con la asesoría del Buró Federal de Prisiones de los Estados Unidos, ubicada a 3.5 kilómetros de Valledupar, en la vía al corregimiento de La Mesa, al occidente de esta capital.

La Penitenciaría de Valledupar no solo se caracteriza por ser una fortaleza con nueve torres, muros antiexplosivos y celdas a partir de un segundo piso para evitar túneles de fuga, sino por la connotación de los prisioneros. Luis Fernando Garavito, ‘la bestia’; ‘el Monstruo de Tenerife’, ‘la bestia del Matadero’, ‘el Monstruo de los Cañaduzales’ y Cristian Camilo Bellón, son algunos de los actuales ‘huéspedes’ del penal; pero también han pasado por el lugar ‘Popeye’, ‘Fritanga’, Miguel Rodríguez Orejuela, y los comandantes guerrilleros ‘Sonia’, ‘Rojas’ y ‘Hugo’, entre muchos otros.

Uno de los nuevos reclusos de ‘la Tramacúa’, como se le conoce al penal por su tamaño, es Cristian Camilo Bellón, quien fue recluido allí el pasado miércoles, señalado como coautor del atentado explosivo atribuido al ELN en la estación de Policía del barrio San José de Barranquilla, donde murieron seis uniformados y 47 más quedaron heridos. También fue recluido recientemente en este penal, Eduardo de Abren Rays, el piloto brasilero sindicado de robar una avioneta con $2.000 millones en el aeropuerto de Aguachica.

El último de los delincuentes más peligrosos que llegó a esta cárcel es Rafael Uribe, violador y asesino de la pequeña Yuliana Samboní.