El dolor por nuestros héroes

Editorial
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Los colombianos no salimos todavía del estupor y rechazo causado por la masacre de los soldados en el corregimiento de Timba, vereda La Esperanza, municipio de Buenos Aires, en Cauca, en donde con sevicia y deliberación fueron asesinados 11 miembros de la fuerza pública, héroes de Colombia, por parte de la guerrilla de la Farc, que según ellos y el gobierno de Santos, buscan la paz.

Después de conocida la nueva tragedia que enluta a los colombianos y de las reacciones de todo tipo generados por el asesinato de estos héroes de la patria, solo se tiene como consuelo, que van a reanudar los bombardeos, como si esto fuese suficiente garantía para la seguridad de los colombianos.

El expresidente Álvaro Uribe expresó que la decisión de reactivar los operativos aéreos de la Fuerza pública contra las Farc, luego del asesinato de 11 uniformados en Cauca, es una decisión acertada y pidió que esa guerrilla se concentre en algún lugar del país para poder vigilar el cumplimiento de la tregua unilateral de esa guerrilla. Esa es una petición que debe ser acogida de inmediato con por los narcotraficantes de las Farc, demostrando su buena voluntad de diálogo.

De igual manera Uribe Vélez, explicó que la decisión de reanudar los bombardeos es la correcta pero no es suficiente, porque la política de Seguridad tiene en los bombardeos un apoyo muy importante y ¿cómo hacerla compatible con un proceso de paz? Que las Farc no sigan obligando al gobierno a renunciar a esa política y para eso se requiere reencauzar el proceso.

Por ejemplo, que se acepte por parte de las Farc el cese unilateral de actividades criminales con concentración en un sitio y con vigilancia internacional, podrá ser una buena solución, pero faltarían otras determinaciones más para mostrar el verdadero talante pacifista de la Farc, con el gobierno de Santos.

No se debe dejar de lado las declaraciones del ex mandatario, quien también pidió incrementar los operativos terrestres contra las Farc y evitar el deterioro de la seguridad bajo la excusa de que se está negociando con esa guerrilla en La Habana.

Le cabe mucha certeza al ex mandatario al referirse que se tienen que ver dos situaciones; mirar una política de seguridad en Colombia y cómo se hace compatible con un segundo elemento que es una política de diálogo en La Habana, donde una política de seguridad en Colombia, además de reanudar los bombardeos contra las Farc, necesita recuperar la motivación de la Fuerza Pública y la confianza en la ciudadanía. Así es.

Los colombianos han sido testigo de la 'mamadera de gallo' de las Farc, con respeto a este proceso que día a día se va diluyendo y dando menos credibilidad ya que continúan los asesinatos de nuestros héroes, se incrementa el robo y la extorsión a los ciudadanos de bien, ante la mirada complacientes de los jefes guerrilleros en La Habana.

Este ataque deliberado de los guerrilleros de las Farc, debe tener un castigo, encontrar a los responsable y que le den la cara a los colombianos de bien, mas cuando hace poco más de un mes Santos había ordenado suspender los bombardeos a raíz del entonces buen clima del proceso de paz que su gobierno adelanta en Cuba con la guerrilla, ya que en diciembre las Farc habían declarado un cese unilateral e indefinido del fuego.

Que tragedia la que viven los familiares de los soldados asesinados que pedían a gritos el apoyo aéreo para salvar sus vidas, el cual no llegó por orden presidencial al suspender los bombardeos; cuánto dolor y tristeza sentimos los colombianos al ver todas esas imágenes en televisión y redes sociales; cuanto desesperanza y malestar se vive cuando vimos que los guerrilleros de las Farc, le echaron la culpa al mismo gobierno que con ellos están negociando. Qué horror y que desesperanza.

¿Es esto lo que merece el sufrido pueblo colombiano, qué se sigan asesinando a sus soldados, mientras se adelante un mentiroso proceso de paz?