Una nueva visión de América

Editorial
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El cordial apretón de manos de los presidentes Barack Obama y su homólogo cubano Raúl Castro al margen de la Cumbre de las Américas, sería una excepcional demostración de reconciliación entre dos naciones.
El poderoso simbolismo de un trascendental intercambio el sábado entre los mandatarios con la directiva del Hemisferio Occidental en torno a ellos podría ser una señal de progreso. Ambas partes siguen trabajando en asuntos espinosos que derivarían a la apertura de embajadas en Washington y La Habana, la primera etapa de una nueva relación diplomática.
Las primeras pistas visuales de una mejora en la relación -al menos entre líderes- se presentaron el viernes por la tarde mientras Obama y Castro llegaban al centro de convenciones de la ciudad de Panamá para la ceremonia de inauguración de la cumbre. Un reportero de un canal de televisión de Venezuela publicó un video en internet en que se ve a ambos saludándose tranquilamente con varios apretones de mano y una breve charla, ante la mirada del secretario de la ONU, Ban Ki-Moon, y del ministro cubano del Exterior, Bruno Rodríguez. Obama, durante su discurso en una reunión ante grupos de la sociedad civil, dijo que las medidas para poner fin a las relaciones hostiles entre ambas naciones es un triunfo para el pueblo cubano.
La inédita Cumbre de las Américas hizo llamados coincidentes de acudir al diálogo para resolver diferencias, a buscar la paz y a solucionar conflictos en el hemisferio, en una ceremonia en que Cuba está presente por primera vez. Al abrir el foro de mandatarios, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, afirmó que el gran reto es ir dejando las diferencias coyunturales a un lado, buscar los puntos de convergencia que permitan luchar unidos contra la desigualdad, la falta de oportunidades y la delincuencia, para así dejarle a las futuras generaciones una América unida, segura y próspera.
Esta cumbre de Panamá tuvo un contenido tan especial porque es la primera vez que se reúnen en torno a una mesa, los 35 jefes de Estado, que recibieron el mensaje del papa Francisco, enviado al anfitrión de la cita hemisférica, y que dio comienzo al acto en el centro de convenciones Atlapa, abordando la misma necesidad de paz y de solución de los conflictos de manera no violenta.
En el mensaje papal; Francisco expresaba que le gustaría manifestarles su cercanía y aliento para que el diálogo sincero logre esa mutua colaboración y sumo esfuerzo y supere diferencias en el camino hacia el bien común. Vale la pena aclarar que es la primera vez que la Santa Sede envía a un delegado a la reunión continental; ya que el papa Francisco tiene afinidad con el hemisferio, pues es el primer Pontífice latinoamericano de la historia.
Esta cumbre marcó la primera participación de Cuba y la precede un fuerte interés en lo que haga el líder de la isla comunista Raúl Castro y el presidente Barack Obama, meses después del anuncio histórico de restablecer relaciones entre los dos países tras medio siglo de desavenencia, un hecho que se celebró en la apertura y como acto previo a la Cumbre, Obama y Castro hablaron por teléfono el miércoles antes que el mandatario estadounidense saliera de Washington con destino a Jamaica.
Los reflectores también se enfocaron en el mandatario venezolano Nicolás Maduro, quien llegó a Panamá en medio de un recrudecimiento de las tensiones con Estados Unidos, después de que el gobierno de Obama decretase sanciones y declarara a la nación petrolera una amenaza para la seguridad estadounidense.