La sordera de América Latina

Editorial
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Los líderes de América Latina, de México a Brasil pasando por Argentina, han guardado silencio en buena medida frente a la crisis de derechos humanos que atraviesa Venezuela y es poco probable que vayan a hablar en contra del país petrolero en la Cumbre de las Américas que se celebra en Panamá esta semana. Que pesar y tristeza que no se oiga al pueblo venezolano en lo más profundo de sus necesidades.
Los jefes de Estado de los países latinoamericanos tienen lazos comerciales e ideológicos con Venezuela y las recientes sanciones de Estados Unidos en contra de algunos de los funcionarios de ese país los ha puesto aún más a la defensiva. Otros no quieren ser vistos como mandaderos de Washington, especialmente si en casa enfrentan protestas o la caída de los índices de aprobación.
Estas circunstancias han sido aprovechadas por el gobierno nacional.
De manera exitosa, Venezuela ha usado la historia imperialista de Estados Unidos en su favor así como el uso de su poder, de una manera que ha hecho que todos quieran evitar criticarlos públicamente.
Un total de 19 ex presidentes de España y América Latina denunciaron la alteración democrática que sufre Venezuela y pidieron la inmediata liberación de los opositores políticos encarcelados, reconociendo que la labor fue comenzada por el ex presidente colombiano Andrés Pastrana Arango.
El pedido está contenido en la llamada Declaración de Panamá que será presentada en vísperas de la Cumbre de las Américas, que se celebrará el 10 y 11 de abril en la Ciudad de Panamá.
Además de Aznar, los mexicanos Felipe Calderón y Vicente Fox, los colombianos Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, el chileno Sebastián Piñera, el peruano Alejandro Toledo y los costarricenses Laura Chinchilla y Óscar Arias figuran entre los firmantes del documento, cuya reclamación exige la inmediata liberación de los opositores venezolanos en prisión y pide a los países de la Cumbre, la OEA y la ONU que se involucren para construir una alternativa de solución que respete los principios constitucionales y las normas internacionales. Además, los dirigentes solicitan que se respete la separación de poderes en Venezuela para garantizar la imparcialidad y elecciones libres y justas.
Los líderes de 35 países de la región se reúnen esta semana en una Cumbre que ha disparado el interés por el histórico deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y la presencia de sus respectivos mandatarios Raúl Castro y Barack Obama.