Ellos también son colombianos

Editorial
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Salió a la luz pública una voz de inconformidad que no se conocía pero que hace mucha mella en la democracia colombiana, si llegase a pasar, ya que las necesidades y hasta el sentido de pertenecía con el país, de un importante sector de colombianos en el exterior, pueden verse afectados.

Miembros de la comunidad colombiana protestaron hace unos días frente a su consulado en Nueva York, Estados Unidos, para exigir que su gobierno los tenga en cuenta y no elimine una banca en el Congreso que representa sus intereses.

Los colombianos en el exterior tuvieron que levantar su voz de desconcierto ante esta posibilidad que debe ser descartada de un tajo, ya que sería no escuchar el sentir de un compatriota, y el gobierno y la dirigencia política no pueden ser sordos ante las peticiones y necesidades de nuestros connacionales en el exterior.

Medio centenar de colombianos se manifestaron al grito de 'pedimos respeto' con banderas colombianas y altavoces; caminando en círculo, cargando carteles que decían 'también decidimos', que además de ser parte de la protesta, dicen la verdad. Las personas que viven en el exterior también deciden, tienen voz y voto.

Los organizadores de la protesta dijeron que otras manifestaciones simultáneas se llevaron a cabo en Miami, Los Ángeles y Madrid, en España, como una manifestación que busca apoyo internacional, ya que pareciera que no son oídos en su propia tierra.

Mucha razón tenían los manifestantes al afirmar que 'cuando enviamos remesas, entonces el gobierno sí pone atención, pero cuando hablamos de representación justa, nos ignoran', dando la sensación que solo son tenidos en cuenta para efectos monetarios y económicos, pero no para decidir acercar del futuro del país y participar activamente en todos los procesos democráticos.

Un proyecto de ley que está siendo discutido en estos momentos en nuestro país propone la eliminación de una de las dos bancas de la Cámara de Representantes de la que gozan los colombianos que residen en el exterior y es el Congreso el organismo que debe responderles.

Vale la pena recordar que en diciembre pasado los manifestantes entregaron un escrito al consulado con sus reclamos, que posteriormente fue entregado al gobierno colombiano.

Los honorables congresistas, que deben legislar sobre temas verdaderamente serios e importantes como una verdadera reforma a la Justicia y a sus instituciones, tienen que tener en cuenta que unos cinco millones de colombianos viven fuera de su país y quieren seguir siendo de este país, a pesar que vivan en otro; más aún cuando no es justo que la voz de inmigrantes que se ven forzados a salir de su país en busca de una vida mejor, no sea escuchada en Bogotá.

Es razonable y equitativo lo que piden los colombianos residenciados en el exterior; ellos deben formar parte de las decisiones importantes que se tomen y hasta de las que los afectan.