Después del anuncio presidencial del cese de bombardeos a los campamentos de las Farc, nuestro país debe invertir 300 millones de dólares para limpiar su territorio de minas antipersonales luego de que el gobierno y los subversivos acordaron un programa piloto de desminado en diferentes regiones del país, en el cual el grupo insurgente también debe responder económicamente teniendo en cuenta que fueron ellos lo que sembraron las selva colombianas e este tipo de artefacto tan criminal.
En los próximos 10 años el país invertirá unos 300 millones de dólares para el equipamiento de los 10 a 12.000 hombres que estarán en este desminado en casi todos los departamentos, en donde las Farc han hecho presencia por más de 50 años, protagonizando violencia y derramamiento de sangre de muchos colombianos inocentes.
En los últimos 25 años las minas han dejado 11.060 víctimas, según un informe divulgado en la jornada por la oficina de Colón, que explicó que a inicios de la década pasada este grupo al margen de la ley, mejoró sus técnicas para el sembrado de las minas para proteger sus áreas bases y también para retardar e impedir el avance de las operaciones ofensivas de las Fuerzas Armadas, a sabiendas del daño irreparable que causa este aparato, en el ser humano. El tema de las minas en Colombia es una tragedia para la población civil porque los guerrilleros las han instalado en puntos muy vulnerables de las comunidades como cruces de caminos, tomas de agua, escuelas, concentraciones urbanas y riveras de los ríos y de las 11.060 víctimas de las minas, 2.210 fallecieron. Entre los afectados -heridos o muertos- hubo 1.111 niños, ¡qué horror!
Pese al interés del gobierno por el tema, todavía no hay un censo de cuántas minas hay sembradas en todo el territorio nacional. De hecho, de los 32 departamentos colombianos el único que no ha sido afectado con las minas es el archipiélago caribeño de San Andrés y Providencia. Y eso, si pudieran también lo harían.
Como todavía el gobierno nacional y el equipo negociador no ha dado mayores indicaciones no está de más que las Farc entreguen información precisa de dónde tienen las minas, para hacer el trabajo y ojalá tampoco descartar que guerrilleros sean entrenados para ayudar en el desminado porque si bien es cierto que ellos instalaron las minas, eso no garantiza que sean expertos en su desactivación. Según lo acordado el sábado en la capital cubana, un batallón del ejército colombiano, especializado en desminado, será el encargado de la tarea bajo la supervisión de un equipo verificador integrado por dos miembros del gobierno, dos de las Farc y dos representantes de las comunidades afectadas Igualmente no está demás pedir la ayuda a otros países que ayuden a liderar y coordinar un proyecto de limpieza y descontaminación de minas antipersonales, artefactos explosivos improvisados y municiones sin explotar.