Nuestro Presidente samario, José María Campo Serrano

Editorial
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Se cumplen hoy 100 años del fallecimiento del único presidente samario, el general José María Campo Serrano, ilustre hijo de Santa Marta, que falleció un 24 de febrero de 1915, dejando a nuestra ciudad inscrita en la historia presidencial del país.

El general Campo Serrano, nació en Santa Marta, cuando era República de la Nueva Granada el 8 de septiembre de 1832 y murió en la República de Colombia, en su tierra natal el 24 de febrero de 1915.

Fue Presidente de Colombia, representante, senador, gobernador del Estado Soberano del Magdalena y jefe civil y militar de Antioquia durante la Revolución de 1885.

Durante su brillante carrera profesional el presidente samario, se distinguió por los logros alcanzados como militar y político, sin olvidarse de su compromiso familiar. Hijo de Andrés del Campo y María Josefa Serrano, cursó estudios en el Seminario Conciliar de Santa Marta, y más tarde Filosofía y Derecho en el Colegio Provincial Santander.

Desde muy joven tuvo que afrontar los problemas económicos de su familia, y se vinculó a la burocracia en el sector oficial. Muchos fueron los cargos que ocupó nuestro Presidente y cada uno desempeñado con igual competencia y lujo.

Fue General de División; Ministro durante los gobiernos de Francisco Javier Zaldúa, Ezequiel Hurtado y Rafael Núñez; Representante al Congreso Nacional en 1866 y posteriormente, Senador de la República. En la década de los ochenta su participación fue intensa en los ministerios, llamados entonces secretarías.

Además de los cargos públicos desempeñados, su ideario de liberal independiente lo llevaron a distinguirse en el ámbito nacional siendo partidario del movimiento de la Regeneración, de Rafael Núñez. En 1885 fue nombrado por Núñez Secretario de Marina y Guerra, y en esta posición le correspondió afrontar la guerra civil de 1885, del liberalismo radical contra la Regeneración.

Esta guerra, que llevó a la derrota del radicalismo, culminó con el derrumbamiento de la Constitución de 1863.
Cada uno de los pasos dado por el general Campo Serrano, lo acercaban más a la más alta magistratura del país.

Cuando fue designado al Congreso Nacional de Delegatarios para la redacción de la nueva Constitución Nacional, que había elegido como presidente a Rafael Núñez y vicepresidente, al general Eliseo Payán, no sabía que tan cerca estaba de llegar a la Presidencia de Colombia.

El 30 de marzo de 1886, el Consejo de Delegatarios, en sesión extraordinaria, aceptó la separación del cargo de presidente del cartagenero Rafael Núñez y el general Campo Serrano, como designado, fue llamado para reemplazarlo y se posesionó el 1 de abril de 1886 como Presidente de Colombia y como primero y hasta ahora, único samario en haber ocupado esta alta distinción, que desempeñó hasta el 6 de enero de 1887.

En su casi año de gobierno al general Campo Serrano le correspondió sancionar la Constitución Nacional de 1886, el 5 de agosto del mismo año, en donde se estableció el principio de la centralización política y la descentralización administrativa.
Su brillante hoja de vida fue de servicio a su país y a su tierra natal, que hoy, desafortunadamente no lo honra en forma debida.

En deuda estamos con el general Campo Serrano, ya que tristemente son pocos los samarios que conocen de este hecho histórico para nuestra patria chica, más que todo debido a la falta de compromiso de nuestras autoridades y una de las formas de reparar este olvido, es instruyendo una cátedra en su nombre, en el pensum educativo de los alumnos del Distrito, para que, en un futuro y ojalá no muy lejano, salga a la palestra pública otro samario que quiera seguir los pasos de este hijo ilustre.