Seguimos en las mismas

Editorial
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El presidente Juan Manuel Santos anunció un cambio en la estrategia negociadora que sostiene en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, en su afán de desempantanar los diálogos, que más han caído en eso, que en un verdadero avance en un proceso bastante desgastado y poco creíble para el pueblo colombiano.

Después de reunirse durante tres días con su equipo en la ciudad de Cartagena, en los conocidos como 'retiros espirituales', Santos reconoció que las Farc han cumplido en su promesa de un cese unilateral de la violencia declarado el pasado 20 de diciembre y pidió a su equipo acelerar el paso para terminar de una vez con todas con este conflicto armado.

Estas son las situaciones en donde cabe la pregunta, si la Farc son cumplidoras de su palabra, tal cual lo afirma el Presidente, entonces por qué estamos en medio de un proceso de paz que va acompañado de los contínuos hechos de violencia en todo el país?

Tras el alto al fuego declarado por las Farc, sectores del país reclamaron a Santos un gesto similar. Aunque el mandatario no hizo ningún anuncio en ese sentido dio a entender que podría declararse un cese al fuego muy pronto y desde entonces se está en la espera de la construcción de algo nuevo que saque adelante estos diálogos, que actualmente parecen más un espejismo, siempre lo mismo, del estado de postración en que se encuentran para que sean unas conversaciones que unos conversaciones que conduzcan hacia una verdadera paz, que a pesar de los esfuerzos presidenciales, parecen que no será una realidad en este cuatrienio.

"Hasta ahora hemos seguido la máxima de Isaac Rabin donde decía que había que negociar como si no existiese la guerra y había que mantener la ofensiva militar como si no hubiese proceso de paz, pero el avance en la negociación indica que ahora son otras las circunstancias y que esa desconexión ya no procede", señaló.

Los negociadores del gobierno colombiano volvieron a Cuba para continuar un proceso de paz que dura más de dos años y que fue la bandera de la reelección presidencial, y que al parecer, en eso se quedará.

Hasta el momento el gobierno Santos y la guerrilla han alcanzado preacuerdos en los tres primeros puntos de los cinco que componen la agenda de negociación, referidos a propiedad de la tierra, participación política y drogas ilícitas. Actualmente está sobre la mesa el cuarto punto, que aborda el reconocimiento y reparación de los casi siete millones de víctimas que deja la guerra en medio siglo de conflicto armado.

Los "retiros espirituales" que el presidente Santos mantuvo con sus asesores de paz y otros expertos internacionales para evaluar las negociaciones con las Farc concluyeron en la turística ciudad de Cartagena y los colombianos todavía estamos a la espera de conocer las determinaciones que tomó el gobierno con el equipo negociador.

¿Será más de lo mismo? ¿Qué pasará con el proceso de paz? ¿Qué va a proponer el gobierno para que los diálogos avancen? Algo debe hacer ya que el tiempo pasa y de prisa, y al paso que vamos, puede que se termine el presente período presidencial y seguimos en las mismas.