Paz sí, pero sin impunidad

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Millares de personas marcharon por las calles de Colombia para protestar contra la impunidad, que según ellas, habrá en el proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Farc, convocadas por el ánimo de hacer una verdadera justicia para todos, situación que se replicó en marchas similares en varias capitales del país.

Desde fines de 2012, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, realizan en Cuba un proceso de paz para tratar de poner fin a más de 50 años de confrontaciones entre la partes.

En La Habana, entretanto, la organización guerrillera rechazó la idea de condicionar un acuerdo de paz al encarcelamiento de los guerrilleros, y llamó a que se devuelva la figura de 'delito político', con la seguridad de querer seguir evadiendo sus responsabilidades y el juicio moral y ético, que al menos deben hacer, contra todos los colombianos por habernos sometido a una guerra sin cuartel.

La protesta en Colombia no le cayó bien a los guerrilleros que la tildaron de irreal y asimétrica porque según ellos, condiciona irremediablemente el fin exitoso del proceso de paz a un obligado encarcelamiento de la dirigencia guerrillera. Ellos solamente quieren su acomodo, como si en 50 años de lucha no hubiera pasado nada en Colombia.

Las Farc pidieron en voz de 'Catatumbo' que se devuelva la figura de "delito político", en la actualidad "recortada y desvirtuada", aduciendo que la Constitución de 1991 "plasma normas sobre el delito político reconociendo la posibilidad de un trato favorable al prever amnistías o indultos para los rebeldes y para los guerrilleros "no hay otro camino que abrir paso ya a una penetrante reforma política y jurídica".

Hasta la fecha las partes han llegado a acuerdos parciales en tres puntos de una agenda previamente establecida de seis: el problema de la tierra, la participación política y el combate al narcotráfico, en conversaciones en donde Cuba y Noruega, países garantes, Chile y Venezuela acompañan el proceso de paz.

No todos los colombianos están de acuerdo con los puntos que ya fueron acordados en la agenda establecida, ya que consideran que hay vacíos en cuanto a la verdadera y única responsabilidad que debe asumir la guerrilla de las Farc, que quieren, con estas conversaciones de paz, eludir el castigo que sin duda se merecen y la mejor forma que hicieron fue protestando libremente y sin presiones para dar a conocer la impunidad en que quedarán los muertos por esta guerra.