Gobernador, debe prosperidad, educación y salud

Editorial
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Ya ad portas de cumplirse los cuatro años de gobierno del gobernador Luis Miguel Cotes, podemos hacer un balance antes del cierre, ya que sabemos por adelantado y por el estilo de gobierno que el mandatario departamental nos acostumbró, que no debemos esperar nada más de una gestión que pasa sobrando el saldo en rojo en progreso, futuro y respeto para los magdalenenses.

Las expectativas fueron muchas y de muy buen ambiente, por que los magdalenenses escogieron un mandatario joven, con bríos y con una mentalidad abierta, que pensábamos podría ser quien abriera las puertas hacia la prosperidad y el progreso.

Con el paso del tiempo el mandatario departamental demostró su talento y su forma de gobernar, en donde dejó claro que lo suyo, no es solamente lo político, sino lo musical y él sobre cualquiera otra consideración, al cumplimiento de las promesas electorales nos tiene a todos los magdalenenses agobiados y ahorcados, por ese pacto que hizo con los barranquilleros y los aportantes a su campaña hacia la gobernación del Magdalena.

El saldo en rojo del gobernador Cotes no es solo en prosperidad, educación y salud, sino también tributario. Será el gobernante reconocido tristemente con el remoquete de la 'Tasa Mello', porque se encargará de abrir un tremendo hueco en la economía del bolsillo de los magdalenenses, con el cobro de este nuevo impuesto.

Lo más grave de esta triste administración es la deuda con los niños, niñas, jóvenes y adolescentes de nuestro departamento, ya que ellos no pudieron acceder a un sistema educativo que les ofreciera una oportunidad para educarse y abrirse camino en la vida.

La deshonrosa clasificación en penúltimo puesto en calidad y cubrimiento educativo en el país, no tiene nombre y desde allí se mide y se juzga la clase de educación que están recibiendo los hombres del mañana en nuestro departamento. Como dicen en el argot popular desde que se conoció este ranking tan mediocre, 'gracias a Dios está el Chocó'.

Es triste ver la situación de los hospitales del Magdalena sin recursos y con nombramiento de gerentes, que le sobran más recomendaciones políticas de los amigos barranquilleros de Cotes, que cualidades administrativas que ayuden a sacar la institución del desastre en que se encuentran. Hay municipios del Magdalena, en donde los trabajadores de la salud, no tendrán Navidad debido a la deuda del pago de sus mesadas trabajadas. ¡Qué tristeza!

La prosperidad no la hemos visto, ni siquiera en la carretera que lleva su nombre ya que sabemos que por la terquedad y el afán politiquero, el gobernador insistió en sacar adelante esta vía comprometiendo más de $45 mil millones de los magdalenenses en la construcción de esa vía que sería de desahogo para nuestros campesinos, pero que se ha convertido en la nueva forma de pago a los caciques barranquilleros amigos de Cotes, quien les entregó la vía y ya anuncian millonarias demandas, amén de una suspensión que todavía surte sus procesos debidos en los estrados judiciales.

Y, ¿esto es prosperidad? ¿Hay educación? ¿Hay salud para los magdalenenses? Esto es lo más grave, pero de todas formas debemos mencionarle al gobernador que nos debe la financiación y puesta en marcha de la Escuela de Bellas Artes que iba a funcionar en el edificio de la 'gota de leche'; nos debe la gestión la recuperación y preservación de los manglares quemados y muertos de la Ciénaga Grande por falta de gestión y nos debe respeto por la ausencia de una autoridad departamental que hiciera sentir las necesidades más sentidas de los magdalenenses, ante el gobierno nacional, para que éste y usted cumplieran sus promesas.