¿Dónde está el Gobernador mientras Fundación se ahoga?

Editorial
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Mientras el gobernador del Magdalena Luis Miguel Cotes se encuentra disfrutado de unos días en Miami, en Estados Unidos, más de 6 mil familias en Fundación están damnificadas debido a la súbita creciente del río Magdalena, que anegó este municipio, Algarrobo y algunas regiones vecinas, causando una de las peores tragedias en la historia de 'La Esquina del progreso' y el Magdalena.
No es que no estemos de acuerdo con el viaje del gobernador a Estados Unidos, realizado al parecer, sin el permiso que le debe otorgar la Asamblea Departamental, en donde seguramente Cotes Habeych estará disfrutando de Mickey Mouse, Caperucita Roja y todo su bello combo de amigos infantiles, sino en que no dejó la plata solicitada meses atrás por la alcaldesa de Fundación para mover la maquinaria y dragar el río y evitar, precisamente, la tragedia que se presentó y viven los fundanenses, en medio de la peor de las miserias y ausencia total de un gobierno departamental que poca atención le puso al requerimiento de la primera autoridad de Fundación.

El reporte es bastante desolador y se teme que la situación empeore si vuelven las fuertes lluvias de los últimos días. Varios barrios se encuentran afectados, a causa de las inundaciones que dejó un fuerte aguacero y la posterior creciente del río que lleva el mismo nombre de ese municipio, lo que hizo que la comunidad se movilizara solicitando ayuda ante esta emergencia y ante la ausencia del primer mandatario departamental, que debería cancelar sus días de descanso y relax para ponerse al frente de las labores de socorro y ayuda y honrar su promesa de posesión, de velar por el bienestar de los magdalenenses.

En Fundación, barrios como Ariguaní, Chimila, Paz del Río, El Mercado, entre otros que suman una lista de más de 13, se vieron afectados por la fuerte creciente del río Fundación, a causa de las intensas lluvias que se registraron al principio de la semana y que hasta ahora arrojan un cálculo doloroso de 7 mil familias sin techo, vivienda y comida, mientras nuestro mandatario se encuentra de vacaciones.

Lo más triste es que en todas las difíciles circunstancias por las que han tenido que atravesar los magdalenenses en estos tres desafortunados años, el gobernador Cotes ha estado ausente. En el caso de la quema indiscriminada del complejo lagunar de la Ciénaga Grande, en donde se quemaron miles y miles de hectáreas de bosque natural durante varios meses, no hubo una acción decidida de la Gobernación del Magdalena ni de Corpamag, para evitar la quema indiscriminada y tomar medidas correctivas de ejemplar castigo. Castigo y cárcel deberían recibir los funcionarios de estas dependencias oficiales por su falta de gestión, y compromiso y por sus actitudes sordas y ciegas ante el clamor de los magdalenenses afectados. Igual sucedió con los pescadores de los pueblo palafitos en su grito de ayuda para sobrevivir ante el espejo humo desencadenado por la quema del complejo lagunar durante meses. No hubo una sola reacción oficial. Es como si a la primera autoridad departamental no le dieran sus coterráneos.
En lo que sí estamos de acuerdo con el gobernador Cotes es que se puede ir a vacacionar a donde quiera y donde más le plazca; lo que no puede hacer es seguir irrespetado al Magdalena con sus desplantes y con su falta de tino para gobernar un departamento que lleva más de 3 años en total abandono.