Los retos de Rousseff

Editorial
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Reelecta como presidenta de Brasil Dilma Rousseff enfrenta entre sus mayores desafíos una economía estancada y un Congreso fragmentado.
La estrecha victoria del Partido de los Trabajadores sacó a relucir las divisiones en un país que se destacó en la última década por rescatar a millones de la pobreza y ampliar la clase media, pero que en los últimos cuatro años ha disminuido su crecimiento.
Rousseff derrotó el domingo a su adversario Aécio Neves del Partido de la Social Democracia al obtener 51,6% de los votos, o unos 3,5 millones sufragios de ventaja.
En el triunfo más apretado de las últimas décadas daña políticamente a Brasil en momentos en que busca reactivar su economía y controlar la inflación. También hay que señalar que podría presagiar un segundo mandato débil en el Congreso cuando Rousseff espera aprobar una reforma política que cambiaría las leyes de financiamiento de las campañas.
Sin embargo, los brasileños no se ilusionan por que la elección no sumó, sino que dividió, ya que las expectativas con respecto a su nuevo mandato son defensivas: proteger el empleo, la inclusión, el partido, defender el gobierno. Tendrá la desconfianza de los sectores económicos, para Rousseff quien podrá ver inferida la economía de sacar adelante su promesa de ampliar la inclusión social y que reafirmó en su discurso de victoria, ya que sus detractores afirman que el gobierno tendrá menos capacidad para entregar a las personas lo que están pidiendo en términos de servicios públicos y la pelea política y los problemas fiscales pintan un panorama de un gobierno que tendrá menos para invertir.
Existe el temor de que la insatisfacción social vista en una ola de protestas que aglutinaron a millones en junio de 2013 reaparezca en un escenario económico incierto, mientras tanto, Rousseff dijo tener confianza en que podrá ampliar programas que reduzcan la brecha social.