Colombia y Panamá

Editorial
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A pesar de los esfuerzos realizados para subsanar la crisis por la que atraviesan Colombia y Panamá, queda de todas maneras una sensación de enfrentamiento entre los países hermanos.
Ante todo somos eso, países hermanos y hay que seguir en la misma tónica, con la finalidad de que Panamá y Colombia encuentren una salida para negociar un acuerdo de intercambio de información fiscal que saque al país centroamericano de una lista de paraísos fiscales y frene de parte de éste medidas de represalias hacia Bogotá en los próximos días.
Es así que son importantes las manifestaciones claras y contundentes y la disposición de mantener el diálogo de manera ininterrumpida, ya que al salvarse el tropiezo seguramente se deberá seguir tratando ese tema de vital importancia para la economía de Colombia.
Ambos gobiernos se vieron empujados al diálogo después de que Bogotá hizo público recientemente el decreto mediante el cual incluyó a Panamá y a otros países en una lista negra de paraísos fiscales, medida que regirá desde enero y que implicará una mayor carga impositiva a los negocios.
Colombia sostiene que la cantidad de impuestos que evaden inversionistas y empresarios colombianos con negocios en Panamá es muy alta y argumenta que tomó la medida porque Panamá se negó a firmar un acuerdo de intercambio de información. Panamá declinó hacerlo porque considera que se trata de un acuerdo que no la beneficia en nada y que es desventajoso, por lo cual propuso infructuosamente otros mecanismos de colaboración en esa materia.
Panamá también reclama a Colombia desde hace tiempo por un arancel que impuso a importaciones de la zona libre de Colón. Panamá puso como plazo hasta el martes para que Bogotá la saque de la lista, de lo contrario amenazó con colocarla en una lista de países discriminadores y tomar represalias en su contra y el sentir del gobierno panameño es que no se puede negociar nada mientras esté en esa lista negra.
Vale la pena señalar que por la larga relación de negocios y de colaboración en temas de seguridad fronteriza que tienen ambos países, mediante el diálogo se deben arreglar estas desavenencias, que para nada favorecen a ambos gobiernos.