Las Corporaciones Autónomas Regionales de Colombia son la primera autoridad de protección ambiental a nivel regional y de entes corporativos de carácter público, creados por la Ley, integrados por las entidades territoriales que por sus características constituyen geográficamente un mismo ecosistema o conforman una unidad geopolítica, biogeográfica o hidrogeográfica, dotados de autonomía administrativa y financiera, patrimonio propio y personería jurídica, encargadas por la Ley de administrar dentro del área de su jurisdicción, el medio ambiente y los recursos naturales renovables y propenden por su desarrollo sostenible, de conformidad con las disposiciones legales y las políticas del Ministerio del Medio Ambiente.
En lo que la autoridad ambiental corresponde los municipios o distritos y los departamentos, están las Corporaciones Autónomas Regionales y el Ministerio del Medio Ambiente, mediante Ley 28 del 16 de marzo de 1988, creó la Corporación Autónoma Regional del Magdalena y de la Sierra Nevada de Santa Marta, Corpamag, como un ente corporativo de carácter público encargado de administrar el medio ambiente y propender por el desarrollo sostenible del Magdalena, con autonomía administrativa y financiera, -que gran peligro-, así como patrimonio propio y personería jurídica cuya jurisdicción abarca todo el territorio del Magdalena conformado por 29 municipios y un Distrito especial.
Desde hace once años y tras ser reelegido, por cuatro períodos consecutivos, por lo que debe ser un excelente funcionario, Orlando Cabrera Molinares, es el director General de Corpamag, entidad que ha demostrado su ineficiencia y su gran capacidad de olvidarse y echar en saco roto todos los problemas ambientales del Magdalena a pesar de tener un gran apoyo económico que respalda cualquier iniciativa en pro del medio ambiente y de poseer una amplia nómina de personal capacitado para hacer un trabajo de escritorio, como lo han demostrado hasta ahora. No hay razón para que una entidad como Corpamag, que tiene sedes en Santa Marta, Ciénaga, Pivijay, Plato y Santa Ana, haya sido tan inoperante e ineficiente para atender la problemática del departamento, al ponerse de espaldas a sus necesidades ambientales, llegando al descaro de desatender las llamadas de urgencias que hacen los pobladores y residentes de los sistemas lagunares, que buscan auxilio en una entidad oficial, como ocurrió recientemente con la mortandad de peces en el sector de Pozos Colorados en Lagos el Dulcino, donde la respuesta de los funcionarios de Corpamag en cabeza de Cabrera Molinares, es que "tienen que esperar a que pase el puente festivo, para ver que se puede hacer".
Por Dios, ¿qué tipo de respuesta es esa de un funcionario que se le paga con dineros del Estado, siendo su responsabilidad socorrer en momentos difíciles, más cuando debido a la total inoperancia e ineptidud de Corpamag se presentan casos como una mortandad de peces?
Seguramente esta respuesta nos las merecemos todos los magdalenenses por dejar que continúe una administración que obedece más a cargos políticos, que a necesidades de un pueblo que ve como se quemaron desde el año pasado 3.500 hectáreas de tierras productivas en la Sierra Nevada de Santa Marta que, como muy bien dijeron los pobladores, al señor Cabrera Molinares no lo conocemos por aquí y nunca nos ha visitado para trabajar juntos.
O también a los magdalenenses nos pueden seguir mandando a esperar el tiempo que quieran y necesiten para descansar los funcionarios de Corpamag, porque merecemos que los bosques lagunares de la Ciénaga Grande de Santa Marta, se sigan quemando toda la vida. Solamente cuando los barranquilleros pusieron 'el grito en el cielo', corrieron el gobernador del Magdalena, Luis Miguel Cotes y el Director de Corpamag a hacer un Consejo de Seguridad sobre este tema, donde la gran solución fue cárcel para los pirómanos, cuando la cárcel debe ser para aquellos funcionarios que viven y se aprovechan de los dineros del Estado y no cumplen con sus responsabilidades y deberes. Y volvemos a preguntar ¿le asiste alguna responsabilidad a Corpamag en el tema de las sequías de los ríos, principal fuente de abastecimiento de agua potable? Hay reforestación de cuencas? ¿Por qué durante once años, no se ha podido implementar una política ambiental en beneficio de todos, que permitiera el cuidado de los recursos naturales? ¿Dónde están los reservorios de agua? ¿Por qué no se construyen? No hay plata?
Desde hace meses hemos venido editorializando sobre esta situación; hemos denunciando el abandono de Corpamag para con el Magdalena; hemos hablado de su incapacidad para trabajar por el medio ambiente y de su irresponsabilidad sobre un tema de gran envergadura para las personas que han sido afectadas por la falta de programas y acciones que protejan nuestro medio ambiente. ¿Será que tendremos que esperar a que salga de su cargo Cabrera Molinares, a quien respaldan los políticos de turno, los alcaldes ribereños, el Presidente de la República y el Ministro del Medio Ambiente, para que se puedan salvar el ecosistema lagunar del Magdalena, la Sierra Nevada de Santa Marta y los ríos de nuestro departamento?
No señores; es hora de cuestionar a los senadores de la República y representantes a la Cámara y demás funcionarios que respaldan a Cabrera Molinares, para que junto con él se les señale como los directamente responsables de cada una de las catástrofes ambientales y del abandono a nuestro departamento para que sea el mismo pueblo quien los castigue después, al momento de votar.