Un derecho completamente olvidado

Editorial
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Un informe estadounidense dice que el historial de Derechos Humanos en China ha empeorado en áreas claves en el último año y que los límites sobre la libertad de expresión y reunión están creciendo.
El informe anual de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China dijo que el país ha endurecido las restricciones a la sociedad civil, defensores de derechos, periodistas y organizaciones religiosas. Añade que el presidente Xi se ha sumado “al modelo autoritario de sus predecesores” desde que asumió el poder el año pasado.
Este modelo “supone un serio desafío a las relaciones entre Estados Unidos y China y al propio desarrollo chino”, dijo el informe, que recomendó que Estados Unidos presione para más libertades en el gigante asiático, incluyendo revisar la emisión de visados a funcionarios chinos.
En general, las condiciones de los derechos humanos y el estado de derecho en China no mejoraron el año pasado, y decayeron en algunas de las áreas cubiertas por este informe, bastante descriptivo en donde a leguas se ve el efecto negativo del gobierno chino sobre el respeto de los Derechos Humanos. El gobierno chino y el partido comunista siguen haciendo hincapié en el control autoritario a costa de los derechos humanos y el Estado de derecho.
El comité independiente es el encargado de emitir el informe anual pero no tiene poder para establecer políticas.
Defensores de los derechos humanos han denunciado lo que dicen que es una represión a la disidencia al gobierno que se ha extendido a los defensores minorías, abogados prodemocracia y otros.
El informe enumeró varios disidentes que han sido encarcelados, incluyendo el investigador Ilham Tohti, que ha defendido a los uigures y el mes pasado fue condenado a cadena perpetua por cargos de separatismo.
Ha habido un endurecimiento sistemático y también restricciones estratégicas sobre la sociedad civil en China, centradas en pilares como internet, organizaciones no gubernamentales, periodistas y activistas, advirtió el grupo Human Rights Watch, con sede en Estados Unidos, quienes creen que ha habido un deterioro bastante significativo y evidente desde que el presidente Xi llegó al poder.