De "patitos feos" a "cisnes elegantes"

Editorial
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Portugal y España son en la actualidad una especie de estrellas ascendentes en Europa, que han pasado de ser "patitos feos" a "cisnes elegantes" para los inversores.
Los dos países son ejemplo de éxito aunque, según António Pires de Lima, ministro portugués de Economía, no hay que dejarse llevar por la euforia cuando la tasa de desempleo supera el 15 % en el caso de Portugal y, es aún mayor en el de España.
No se puede hablar de éxito tampoco, añadió, cuando los jóvenes portugueses con más talento se ven obligados a abandonar el país en busca de oportunidades laborales y de un futuro.
Es cierto que hay señales de "cambio" y que los indicadores económicos positivos son más sostenibles pero, en su opinión, todavía queda mucho por hacer para que esas señales lleguen a la vida de las personas. Es una cuestión de justicia, precisó.
Es esencial el papel de las empresas, como creadoras de riqueza y empleo, e incidió en que la mejor manera que tienen de ayudar es creyendo en Portugal e invirtiendo en el país.
Son dos países hermanos y rivales, con enormes intereses comunes y una gran complementariedad.
En los últimos cuatro años, pese a momentos complicados que les tocó vivir a ambas naciones, España es, de lejos, el mayor cliente de Portugal.
Hay una relación comercial "intensa" pero también fundamental a nivel político y empresarial, en opinión del ministro luso, quien destacó asimismo la importancia de que los dos países ibéricos hayan alineado su discurso en relación con el proyecto de construcción europeo.
Eso les ha permitido convertirse en "estrellas ascendentes en la economía europea", una condición que calificó de "justa", entre otras razones, por los grandes esfuerzos reformistas que han puesto en marcha.
A juicio de Pires de Lima, el camino elegido por Portugal y España es el "correcto", pero "no está concluido".
Es correcto porque la recuperación económica, a la que definió como su tema favorito, "es más evidente y obvia" y puede comprobarse a nivel de exportaciones, consumo privado y atracción de inversiones.
Y no está concluido porque está pendiente, agregó, hacer que llegue a los ciudadanos de a pie, algo en lo que los empresarios juegan un "papel insustituible".
Las personas son un valor para cualquier empresa con una buena estructura, de acuerdo con el titular luso de Economía, quien aprovechó la ocasión para defender el incremento del salario mínimo, un "elemento fundamental para la dignificación del factor trabajo", que sirve de referencia a los empresarios.
Sin mencionar la cuantía del aumento, el ministro sí apuntó que un buen momento para incrementar ese salario será el fin del rescate, previsto para dentro de poco más de un mes.
Pires de Lima respalda así el mensaje lanzado el pasado domingo por el primer ministro, Pedro Passos Coelho, en el sentido de que acepta debatir con los agentes sociales un aumento del salario mínimo que en Portugal se sitúa en los 485 euros mensuales.