Historia del Halloween

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



La palabra Halloween proviene del inglés antiguo, que quiere decir víspera de todos los santos y por ello se celebra el 31 de octubre. Pero como es una idea puramente anglosajona ha perdido el sentido religioso y se retorna por tanto a la creencia pagana de noche del terror y de las brujas.
Hace cien años esta fiesta era un día absolutamente pagano, se celebraba en la antigua Grecia y Roma dentro de las doctrinas politeístas, que eran aquellas distintas al cristianismo, las cuales creían en varios dioses. No hay que olvidar de que todas las religiones, particularmente las más populares hoy institucionalizadas, verbigracia el catolicismo el islam y el judaísmo, se han originado o han dependido del paganismo. En consecuencia todos nosotros tuvimos antepasados paganos, por cuanto religiosos o no derivamos de la misma fuente.
En estas festividades paganas se honraba la muerte, se evocaban los espíritus y en la misma forma los fantasmas. Hoy por hoy se ha convertido en una fecha de celebración con toda clase de disfraces. Es una diversión bulliciosa y una manera de pasar un jolgorio grandes y chicos, sin reglas o parámetros, pero especialmente los niños son los que se involucran y gozan enormemente estas fiestas. Casi se podría decir que se está dedicando u organizando para los infantes.
La tradición del Halloween es de naturaleza Celta, se conocía como Samhain cuyo significado es reunión y fin del verano. Era un pueblo eminentemente agrícola. Época o momento de hacer el balance de los alimentos que se tenían y el ganado con el cual contaban y de ese modo saber que tan bien preparados estaban para afrontar el invierno en materia de suministros alimenticios. Celebraban ellos el 31 de octubre con fuego, noches de hoguera y fogatas, con motivo de la cosecha, pues si no había cosecha no había comida, se justificaba por ende la celebración.
Los romanos al ocupar los dominios celtas tomaron o asimilaron esta tradición. En la Europa medioeval el clero católico empezó a adoptar muchos ritos paganos y animó a los feligreses a disfrazarse en la víspera del día de todos los santos e ir por las casas pidiendo pequeños regalos a cambio de una oración por los difuntos. Recrearon los hábitos paganos, con miras a convertirlos a muchos al catolicismo. Para celebrar a los muertos vertían leche en sus tumbas. Los muertos volvían a estar entre los vivos. Empero la Biblia prohíbe mezclar los credos paganos con el culto al Dios verdadero.
Para debilitar a los paganos, en el año 609 de nuestra era se establecieron entre los católicos dos días de conmemoración: Uno a los santos el 1 de Noviembre, es decir en honor a los muertos líderes de la iglesia y otro el 2 de noviembre como homenaje general a los muertos.
En Grecia y en Roma, la iglesia católica oraba para que las almas quedaran en el purgatorio, se presumía que un sin número de oraciones, daban lugar a que el alma volara al cielo. Los niños pedían pasteles para las almas, es decir aquí se produjo la génesis de la costumbre de ahora en el Halloween consistente en el pedido de los dulces por parte de los párvulos.
Las brujas en este festival Celta y en la edad media fueron un símbolo. Se constituyeron junto con el gato negro asociado a la brujería y el murciélago que en la noche es tenebroso en unos iconos del Halloween. Sin embargo en torno de estos espectros del susto y relacionados con los espíritus malignos contra los cuales hay que luchar, ayer y hoy la gente se regocija, baila, canta y se emborracha o al menos tiene motivo para recrearse. La escoba es un instrumento del mal y el caldero en todas las casas se exhibía y todos los campesinos medioevales poseían el sombrero puntiagudo.
En los Estados Unidos conocieron el Halloween a partir del arribo de los irlandeses católicos. Estos inmigrantes aparecieron en el escenario americano huyendo de las grandes hambrunas que sufrían en su país. Eran los puritanos, para quienes todo es con Dios. Plantaron la semilla y así se iniciaron las fiestas de disfraces y de máscaras. La lámpara europea característica celta y escocesa servía para ahuyentar los malos espíritus, la elaboraban los niños, mejoró o cambió y así apareció la calabaza iluminada con la vela adentro, iniciativa e idea de los americanos. Colgadas en una ventana o en un árbol siempre han causado miedo.
Las dos palabras o gritos de los niños es "trickortreat" traducido es "trato o truco", quién les da golosinas está aceptando el trato, en el caso contrario se está rechazando la propuesta y la respuesta puede ser alguna broma o una expresión de desagrado. Entre algunos pueblos celebrantes este desaire a los chiquillos puede generar actitudes violentas.
Sin querer queriendo, se ha universalizado en forma tal que su celebración abarca cantidad de naciones, entre otras algunas de América Latina y ahí estamos nosotros imitando o repitiendo tradiciones que nada tienen que ver con nuestra idiosincrasia.