Bordeando los límites del holocausto nuclear

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Escrito por:

Arsada

Arsada

Columna: Opinión

e-mail: armandobrugesdavila@gmail.com



Mientras a los colombianos se nos distrae con telenovelas, partidos de fútbol, y mostrando a los puercos diciéndoles a los burros "orejones", el planeta vive una de sus peores crisis político-militares, incluso mucho más grave que la de los misiles cubanos en 1962.

Por estos días, el portal Cripto Coins News, planteaba que la inestable situación económica de USA y el cada vez mayor número de instituciones financieras alternativas, hacen pensar que la economía basada en el dólar se acerca a su fin, tanto así que al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, fundado por China, han presentado solicitudes para ser miembros fundadores, nada más ni nada menos, que Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Australia, Luxemburgo y Suiza, pese a los consejos de Estados Unidos de no hacerlo. Proyecto que, según el mismo portal, unido al del Banco de Desarrollo del Brics, pueden romper el monopolio del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional dirigido por EEUU, asegura el comentarista.

Por su parte, el analista financiero alemán Manfred Gburik, ha expresado en su columna del diario 'Wirtschafts Woche Heute', que ni la situación económica de los EEUU es tan confiable, ni el dólar en los actuales momentos es una maravilla de moneda, según él, así lo da a entender el comportamiento de sus aliados en los mercados bursátiles.

Todo lo anterior puede llevar a los inversionistas gringos a la desesperación, y esto es precisamente en lo que parecen coincidir dos analistas estadounidenses como Stephen Cohen, profesor de las Universidades de Princeton y Nueva York y Paul Craig Roberts, exfuncionario del Tesoro durante la era Reagan.

El primero, en una reciente conferencia acaba de referirse al tema, alertando al mundo sobre los peligros que afronta el planeta ante un posible conflicto entre Rusia y Estados Unidos, señalando que la posibilidad de una guerra "premeditada" contra Rusia es real.

En su concepto, esta posibilidad no se comenzó a gestar en el 2008 ni en el 2013; sus raíces se deben buscar en 1990 cuando la administración Clinton adoptó una política de "el ganador se lo lleva todo" hacia la Rusia postsoviética, con la cual se establecía que los Estados Unidos tendrían derecho a una influencia mundial, pero que Rusia no la tendría ni siquiera en las regiones vecinas de Georgia o Ucrania.

El segundo es más contundente. El ex funcionario del Tesoro en la era Reagan, no sólo advierte sobre la inminencia de la Tercera Guerra Mundial, sino también del peligro inminente, que por lo mismo, hoy corre el ser humano como especie, señalando que no obstante las derrotas en Corea, Vietnam y los desastres de Afganistán e Irak, los gobiernos estadounidenses no han podido entender, que ni son la única superpotencia ni son indestructibles.

Arrogante equivocación según el estadista estadounidense, que los puede llevar a entrar en conflicto bélico con Rusia o China y ante un primer revés, cualquiera de los bandos en conflicto podrían optar por iniciar una guerra nuclear. La primera y última diría yo.

Ahora, que las potencias sean conscientes que desaparecerían, es cierto, pero que no se puede descartar el loquito que imbuido de ideas de cualquier tipo, se le dé por hundir el botón de cualquier arsenal nuclear, como parece haber sucedido con el avión que de España se dirigía a Alemania y termine acabando, no con el planeta pero sí con nuestra especie. No estamos en condiciones de soportar como especie, una conflagración atómica con la cantidad de ojivas nucleares que hoy existen sobre la tierra.

Y ya comenzamos a ver cómo se muestran los dientes estos detentadores de la energía atómica. La OTAN ha iniciado un despliegue de fuerzas y medios de combate hacia el este de Europa, operación considerada por muchos sin precedentes en la historia de las confrontaciones con la alianza, en tanto que están violando todos los acuerdos, incluido el pacto bilateral de 1997.

Rusia, por su parte, está advirtiendo que no pedirá permiso a nadie para desplegar armamento nuclear en Crimea, si lo llegara a estimar necesario.
Es decir si esto sigue así, no va a ver balcón que aguante.



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