Hay situaciones en la vida que uno difícilmente entiende. Con total claridad, millones de jóvenes colombianos quieren ser alguien en la vida, destacarse en algún ámbito, pero por culpa de un Estado neoliberal e indolente no los mas capaces sino los de apellidos e influencias son quienes surgen en variadas actividades.
Ese hecho en donde todo funciona con la llamada rosca, obliga a que muchos colombianos brillantes, honestos y con ganas de servir al país, emigren en busca de alguna oportunidad laboral o académica, que les permita surgir. Irse a un mudo distante y lejos. A mostrar lo que quieren ser. Muchos salen adelante, otros regresan al país y otros pierden la vida, en situaciones absurdas e incomprensibles.
María del Pilar Tejada y Luis Eduardo Medrano, fueron dos valiosos compatriotas, cuyos éxitos quedaron para la posteridad. Ellos, fueron dos de las 150 víctimas del accidente aéreo, en los Alpes franceses y que presuntamente fue provocado por el copiloto Andreas Lubitz, el joven alemán de apenas 28 años y que según los medios sufría de trastornos y depresiones.
El triste final de dos jóvenes colombianos en el accidente aéreo de la semana pasada, es inaudito. No se puede creer. Morir así de una manera cruel, por la locura de un copiloto, lejos de su país y de sus familias. Tenían un futuro académico e intelectual por delante. Ella hacía un doctorado en investigación para el desarrollo en Alemania. Él era arquitecto y trabajaba en Guinea Ecuatorial.
Como María del Pilar y Luis Eduardo, existen cientos de compatriotas, forjando una nueva vida en un país extraño, alejado de sus familias y amigos. Con la inagotable convicción de superarse, de mostrar talante y de aprovechar esas oportunidades que dan en otros países.
Mi ñapa 1. La muerte de peces en El Rodadero, debe tener alguna consecuencia. ¿Quién o quiénes serán los culpables, de esta mortandad?
Mi Ñapa 1. Cada vez que se destapa algún escándalo, surgen todo tipo de soluciones. ¿Será que con el escándalo de la justicia, habrá de verdad una gran reforma que no permita la famosa puerta giratoria ni el clientelismo judicial?
