¿Qué es la vaina de Pastrana?

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Esa actitud y posición está bien para personas que no han participado en asuntos de Estado, especialmente los delicados y complejos; pero que Pastrana y similares lo hagan, da mucho que pensar.

Es difícil entender la pretensión de que Colombia adopte una posición frontal y combativa frente a lo que está sucediendo en Venezuela.

La voz del ex mandatario se levantó nuevamente hace unos días a exigir una posición de Colombia semejante a la adoptada por Obama recientemente y en la que catalogaba a Venezuela como un peligro para la seguridad nacional de los Estados Unidos.

¿Dónde se puede sentar un gorila de 800 kilos? Pues, donde le dé la regalada gana. Los Estados Unidos es el orangután, mientras que nosotros somos un miquito tití.

La única superpotencia del mundo puede darse el lujo de elegir entre la fuerza y la diplomacia o combinarlas, mientras que al mico tití, solo le queda la diplomacia. El mico tití no se sienta donde le dé la gana sino donde lo dejen o pueda.

Otra razón por la cual Colombia no puede actuar igual que los Estados Unidos es porque aunque coincidimos en algunos intereses, los de Colombia son mucho más importantes y mucho más diversos y complejos. Y esto último por razones históricas, geográficas y de hermandad.

Un escenario de caos en Venezuela, se sentiría inmediatamente en Colombia, y por esto a nosotros solo nos sirve una salida y una transición pacífica en el hermano país.

Es cierto que el chavismo ha ido vulnerando poco a poco los derechos individuales y que persigue abiertamente a la oposición, pero aun no es una dictadura.

Todavía hay espacios en los que se le permite operar a la oposición, y que son puertas abiertas que hacen pensar que todavía es posible una salida democrática.

Maduro ha cometido un error gravísimo que es haber engendrado un símbolo que lo va a devorar y acabará con el chavismo tarde o temprano.

Ningún gobernante en toda la historia, ha podido jamás derrotar a un símbolo, y hoy ese símbolo de la represión en Venezuela, como lo fue en su momento en Sudáfrica Mandela, es Leopoldo López.

Entre más tiempo Leopoldo López pase en la cárcel, entre más Maduro trate de doblegarlo, más cerca está el final de Maduro por las vías democráticas.

Sin embargo, el peligro inminente y que se está tratando de evitar a toda costa, es un golpe de Estado a manos de los mismos copartidarios de Maduro. Los chavistas de pura raza, entienden que Maduro no es el idiota útil que pensaban sino un idiota inútil que está frustrando el supuesto proyecto político del socialismo del siglo veintiuno.

Es absurdo pensar que los intereses de Colombia con Venezuela se reducen al apoyo prestado en La Habana o a evitar que sea refugio de guerrilleros y narcotraficantes. Hay otros intereses igualmente fundamentales que hay que proteger, y que llaman al ejercicio inteligente y paciente de la diplomacia. E

sto deberían saberlo Pastrana, Uribe y todos los que abogan por el conflicto y la confrontación.
Aunque el servilismo de Samper al frente de Unasur es chocante, en estos momentos es útil. No necesariamente Samper se cree todo lo que dice, pero de eso se trata la diplomacia. La diplomacia no se trata de ser sinceros sino de obtener resultados efectivos.

Pastrana tiene derecho a pensar lo que quiera, pero que no exija que el país adopte posiciones acordes con sus querencias.
La realidad es que la presidencia de Maduro es insostenible e inviable, a menos que se gradué de déspota.

Las estadísticas muestran que el gobierno que tenga apoyo inferior al 80% se cae, y Maduro ya está en ese punto o muy cerca. La tragedia de Venezuela es que lo que se viene no es solo un cambio político sino la reconstrucción de la economía y las instituciones.

Tarea nada fácil y que toma tiempo. A los colombianos nos corresponde, sin pecar de intromisión, ayudar a que nuestros hermanos venezolanos logren la transición de la manera menos traumática posible, y preferiblemente pacífica.



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