Trata bien a los otros

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alberto Linero Gómez

Alberto Linero Gómez

Columna: Orando y viviendo

e-mail: palbertojose@hotmail.com



Uno de los problemas más frecuentes que me encuentro en las parejas de hoy en día, es el del maltrato verbal en ellas.

Y esto no es cuestión de género, porque tanto hombre como mujeres caen en este error. Si tú quieres salvar tu relación, entonces evitarás pronunciar y, sobre todo, dirigirle a tu pareja cualquier palabra hiriente u ofensiva, es decir, desterrará el maltrato verbal de tu relación.

Expresiones como: "tú no sirves", "eres una persona inútil", "imbécil", "incapaz" , " maldigo el día en que llegaste a mi vida", "tonta o tonto", "definitivamente ya no aprendes", "estúpido", "eres un bueno para nada", y otras que se han convertido en la manera de agredir a la pareja se deben desterrar, no sólo entre la comunicación diaria que sostiene la pareja, sino con todos los miembros de la familia, amigos y compañeros de trabajo; ya que lo único que logran estas expresiones es herir a los demás y generar una distancia muy grande con ellos.

Nadie quiere ser maltratado. Todos nos resentimos cuando somos tratados con palabras ofensivas o hirientes.
Si quieres que alguien esté feliz a tu lado y te ayude a construir tu felicidad tienes que aprender a tratar bien, con palabras respetuosas, cariñosas y constructivas.

Hay que hacer el esfuerzo de controlar todas las emociones negativas y tratar de saber expresar lo que sentimos y tenemos dentro, porque unas palabras mal dichas causan mucho daño a la persona que se las decimos y a la relación misma.

Las personas no tienen idea del daño emotivo, afectivo y mental que se le causa al otro cuando alguien cercano, esposo, esposa, padre, o hijo se dirigen a ellas con cualquiera de estas expresiones.
Es una manera de aniquilar al otro, es una manera de opacarlo y de expresar desprecio y claro de dañarle su autoestima.

Las palabras surten ese efecto dañino y destructivo en la mente inconsciente del individuo aunque se diga una sola vez y, aun más si estas son repetidas todos los días.

Muchas personas hoy son frustradas, negativas, fracasadas y no creen en si mismas por todas esas palabras destructivas que escucharon en su niñez y que ahora tienen grabadas en su mente.

Aunque las mismas no expresen una realidad, el uso recurrente de las mismas terminan no sólo haciendo sentir mal al otro, sino que terminan haciendo creer que éstas expresan lo que es.

En el caso concreto de la relación de pareja, las mismas no sólo afectan la imagen que el otro tiene de sí mismo, es decir, afecta su autoestima y su nivel de confianza sino que, además, hace que quien reciba esas palabras genere resentimientos y odios en su corazón. Por lo anterior, si utilizas estas palabras para ofender a tu pareja, la invitación es hacer un esfuerzo personal, mental y cambiar de actitud.

Quien dice ser de Dios no puede usar palabras ofensivas contra los demás. Una muestra de que estás muy lejos del amor de Dios es que tus expresiones sean ofensivas e hirientes contra los otros.

El que ama sabe expresarse y sabe enfrentar las situaciones conflictivas que se tienen con inteligencia y sabiduría.
Hoy te invito a mostrar que eres una persona sana usando palabras constructivas, cariñosas y respetuosas con aquellos que están a tu alrededor.

De nada sirve decir que eres de Dios si tus palabras muestran lo contrario.
Postdata: De estos y otros temas de familia estaré conferenciando en nuestra ciudad el próximo 19 en Casagrande partir de las 7 p.m., la información la pueden encontrar en 4203044.