La extradición es buen negocio

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Escrito por:

Cristian Campo Revelo

Cristian Campo Revelo

Columna: Opinión

e-mail: revelorevelo@hotmail.com



En medio de las negociaciones y tras el nuevo elemento presto a facilitar y ayudar para avanzar en las negociaciones, el exsecretario de la ONU, Kofi Annan, las Farc se declararon no estar de acuerdo con pagar un solo día de cárcel y mucho menos ser extraditados por delitos de narcotráfico.

Si mal no estoy y sin enredarme en medio de cifras, nombres y repetidos ejemplos, Colombia ha sido un país que ha invertido cantidad de millones de dólares para el combate de la siembra, producción y comercialización de drogas.

A lo largo de esta historia de horror que todavía cubre el territorio nacional, ahora le tocó a las Farc ver como se salen de esta responsabilidad ante los ojos de los más interesados que vienen siendo, las autoridades norteamericanas.

Y algo cierto que viene al caso, es que, los implicados en el narcotráfico, desde miembros de los carteles colombianos desde los años 80, hasta comandantes y jefes paramilitares, han tenido que pisar estas cortes para saldar sus cuentas con este gobierno.

Pero aunque cunda el desconcierto, por esta nueva exigencia, las Farc deben tener en cuenta que el requerimiento en los estrados norteamericanos será, como para el resto de narcotraficantes y delincuentes colombianos, ósea, “un paseo”, si señor!

Así parezca raro los delincuentes, homicidas y narcotraficantes colombianos terminan en la tierra del Tío Sam haciendo tratos, delatando a sus ex socios, señalando rutas para reducir sus penas, incluso hay unos que terminan trabajando para las agencias federales, por eso no es raro verlos trotando en las playas de Miami y disfrutando del dinero producto de narcotráfico con todas sus garantías.

Por eso, aunque parezca raro y para lograr esa misión de fondo que les une, el presidente Santos, antes de solicitar al gobierno estadounidense que no los extradite, debe permitir que los cabecillas de las Farc, paguen su condena y que por sus propios métodos y colaboración lleguen a un acuerdo con esas autoridades, porque si bien, quieren pasar por alto los delitos de lesa humanidad como lo son el reclutamiento de menores y el sembrado de minas personales aquí en Colombia; ante la comunidad internacional se sabe que son un ejército al servicio de mafias y carteles internacionales que los requieren para administrar, vigilar y comercializar la droga.

Las Farc deben entender que este paso es buen negocio, porque así el nivel de odio de algunos y descontento de otros, se nivelaría y el discurso de la paz se podrá ir construyendo, eso sí, si es que de verdad piensan en el bienestar del país.

Por ejemplo si la extradición funciona, una vez puestos estos sujetos en manos internacionales, la sociedad colombiana al menos contemplaría una luz de justicia.

También es una muy buena estrategia porque una vez que se encuentren en los estrados norteamericanos la colaboración e información que tienen sobre los carteles internacionales les va a dar derechos especiales, aparte de que se reconcilian con la sociedad por todo el daño que han hecho.

La idea de disfrutar de la libertad, también de su dinero y la protección que tanto anhelan las Farc, están en sus propias manos y aunque suene extraño y fuera de línea, el reconocer que han sido los mayores productores y exportadores de drogas, tiene sus grandes ventajas, tal y como se verá en estos tres años venideros, donde el resto de miembros de los carteles colombianos y jefes para militares recuperen su libertad.

El meollo del asunto está en que los ágiles políticos colombianos quieren darle un nivel de delito político al asunto del narcotráfico y entonces dejar sin castigo la actividad que financió las muertes de hombres y mujeres, que provocó el desplazamiento de familias enteras, incrementó la violencia en las ciudades, forzó la niñez colombiana a la muerte y el combate, a los jóvenes les motivó a ostentar el poder por medio de la violencia, y dejó muchos hogares de niveles humildes con viudas, huérfanos, a parte también de la vergüenza a las que están sometidas las instituciones, que están para la protección y el servicio de los colombianos.
@NOMOSANALISTA