La amistad

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



De las cosas importantes en nuestra existencia es tener la concepción ajustada y apropiada de lo que significa la amistad pura y simple pero profunda por entenderla, justipreciarla y por darse cuenta de que los seres humanos cuando ciertamente son amigos, se constituyen en las personas confiables, leales, oportunas, incondicionales, absolutamente abiertas y decididas a jugársela toda, con compromiso, por aquél o aquella a quién le profesan afecto.

Muchos son los conocidos, con los cuales uno puede estar, pasar un rato, conversar, intercambiar ideas, en un momento dado divertirse y departir las horas, pero con los cuales jamás en una circunstancia de dificultad, vamos a pensar en ellos.
Ser amigo es compenetrarse con los problemas del otro, sentirlos como si fueran propios, ayudar en su solución, vincularse de lleno en aquella situación que genera zozobra, desesperanza, inquietud y desasosiego.

Es acompañar con manifestaciones de solidaridad, de entregar no solo su consejo sincero sino su aporte moral, espiritual, monetario, de hacer sentir de verdad su apoyo en todo sentido.

La amistad aparece entre hombres y mujeres, familiares con distinto parentesco de consanguinidad, de distintas edades, culturas, religiones, ideologías y extracciones sociales.

Incluso es algo inimaginable y descabellado pensar que hay apego y cariño entre un ente humanal con un perro, sin embargo dada su nobleza y fidelidad, se dice que el perro es el mejor amigo del hombre. Quienes tienen y han tenido un can, están pendientes de su comida, de su adiestramiento, de su aseo, de su salud, de su recreación y procuran mantenerlo de la mejor forma e invariablemente ese animal les corresponde con su curioso modo de expresar su alegría, que da lugar a que se le juegue y consienta. Es un verdadero acompañante, a tal punto que cuando se muere se nota su ausencia y se llora su desaparición.

No hay que olvidar de que en Canadá los famosos monumentos Totem no son otra cosa que el respeto y la reverencia de los animales, por cuanto en su sentir están seguros de que existían pueblos aborígenes antes de la llegada de los europeos, esto es los ingleses y franceses. Por ello consideran mitológicamente como principio de grupos o clanes humanos a los animales, los cuales reflejaban fuerzas sobrenaturales y atribuciones espirituales.

Hay frases célebres muy dicientes, hondas y ciertas que nos hacen ver la importancia del tema que estoy tratando. Demetrio de Falero, filósofo ateniense, escribía: "Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano". Rabindranath Tagore, filósofo hindú, decía: "La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido". Jean de la Fontaine, escritor francés, afirmaba: "La amistad como la sombra vespertina, se ensancha en el ocaso de la vida". Francis Bacon, estadista británico, creía en que "sin la amistad el mundo es un desierto".

Hay que poner de presente un hecho real de que el que es amigo de todos no es amigo de nadie. De ahí que son contados con los dedos de las manos los que están en la baraja de amistades francas y sinceras. Sabemos que esos pocos, en todas las malas y en las buenas están a tu lado. Algunos sólo permanecen en los momentos de euforia, de éxitos y de cosas buenas.

En el infortunio no se dejan ver y por el contrario procuran marginarse de todo.
Muchos filósofos entre otros Platón, Aristóteles, Cicerón y Santo Tomás hacen referencia a la filosofía de la amistad. Es según su criterio la virtud de las virtudes. Para estos sabios pensadores existe la amistad deleitable, cual es la búsqueda del placer, una compañía para ese fin.

La amistad útil o utilitarista cuyo interés es sacar de ella provecho o beneficio. Y la amistad honesta grado máximo de la justicia, orientada a servir sin contrapres-tación.
Cuando encontramos un amigo es menester conservarlo, cultivarlo, valorarlo y siempre tenerlo en primera línea para compartir todos los momentos de felicidad, tristeza, contratiempos y fracasos. Hasta en la relación de pareja se requiere honestidad amorosa.

Qué extraordinario es poseer amigos. Estando con ellos, es la manera de que la vida sea más amable y placentera.