Ayúdanos a salvar a Santa Marta Santa Marta clama por un futuro cierto

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alejandro Arias Cañón

Alejandro Arias Cañón

Columna: Punto de Encuentro

e-mail: a_arias13@hotmail.com



Tres años han sido suficientes para hundir a nuestra ciudad en las profundidades del abandono, la destrucción y la indignidad en la forma de vida de los samarios.

Mientras en los medios nacionales se muestran fotos y panorámicas de una Santa Marta presuntamente embellecida y decorada; por esta vía se esconde una realidad que cada día cobra vidas en las familias samarias.

Los rebosamientos de aguas de alcantarillas no son tema de invierno sino de una desidia infernal que de forma descarada ha llevado a más de 47% de los samarios a convivir con sus propias "gracias"; barrios como los que conforman el sector norte de la ciudad, la Comuna Cinco, el sur han tenido que someterse al más abominable abandono de una administración que ha construido un sueño de silicona en Santa Marta. No hay que hacer muchos esfuerzos para descubrir a la Santa Marta que hoy no tiene la magia de tenerlo todo. Y pensar que en el presupuesto presentado por el alcalde Juan Pablo Díaz Granados y aprobado por el Concejo Distrital no hay un solo peso presupuestado para superar la tragedia.

El alcalde Juan Pablo Díaz Granados Pinedo jamás ha permitido que los medios nacionales den a conocer la verdadera realidad de vida de los samarios de los estratos 1, 2, 3 y 4 que hoy incluso por cuenta de los vejámenes del mandatario local tienen formas de vida que hoy garantizan muertos productos de ese mismo abandono. Hoy podemos decir que ya son 4 las personas muertas sólo en este año por leptopirosis en nuestra ciudad (2 del barrio Simón Bolívar, 1 del barrio Paraíso y 1 del El Pantano) sin contar los más de 40 casos confirmados a la fecha de las que ha dado cuenta la prensa local. Y es que de esta forma de vida no se salvan ni los barrios pudientes de la ciudad. Ejemplos de ellos son los barrios el Jardín donde residen 5 concejales y Taminaka donde reside otro concejal del Distrito no se salvan de la putrefacta forma de vida que se ofrece a los samarios. Odiosa condición de vida a la que se suma otro mal que no se sabe si es peor: La inseguridad.

Contrataciones inconclusas con abandonos descarados de las obras por parte de los contratistas forman parte del rosario de presuntas irregularidades en el servicio de alcantarillado de la ciudad, un ejemplo de ello es el contratado para el barrio "Pescaíto" en la carrera 5 entre calles 9 y 10. Donde hoy hay perdidos más de $2 mil millones sin que nadie responda por el desastre que dejaron y que somete a las casas de todo ese sector a compartir alimentos con literales excrementos. Ni que decir de la famosa quebrada "La Lata" que con la presunta complicidad de la administración Díaz Granados Pinedo fue manipulado su cauce y desviado para favorecer a terceros en la aparente explotación de canteras y cuyas corrientes, de las que jamás se había tenido conocimiento de su existencia, hoy son el pan diario de casi la tercera parte de la ciudad. Aguas que cruzan de punta apunta a la Santa Marta abandonada y ya en jirones por cuenta de un Alcalde que ha madurado un ficticio éxito administrativo a fuerza de medios y mentiras.

La complicidad silenciosa de autoridades como la Fiscalía y la Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República han permitido que la calidad de vida de los samarios se nos haya ido al piso. Estamos en el total abandono, no somos ya una ciudad orgullosa porque a lo largo de estos 3 años hemos aprendido a vivir en medio de la inseguridad, el lodo, el fango, las basuras, las alcantarillas y las aguas contaminadas. No se salvan ni las playas.

Te suplicamos: ayúdanos a salvar a Santa Marta.