Luchas sin eco

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Alvaro Padilla Racines

Alvaro Padilla Racines

Columna: Opinión

e-mail: derechopadilla@gmail.com

Twitter: @varitocharpure


Gracias a la gran acogida que las redes sociales tienen por la expansión del internet, hoy nos encontramos ante un boom informativo donde las noticias de gran interés impactan de inmediato como bola de nieve en caída.

Sin lugar a dudas esto forja ciudadanos atentos a cientos de sucesos, muestra de ello son las publicaciones de condena a la ola de atentados en Francia o las recientes discusiones sobre el maltrato animal en corralejas. Sin embargo, no deja de preocupar que tales discusiones no trasciendan más allá de publicaciones en "face".

Hoy es un chiste terrible leer enfrascadas peleas de comentarios sobre algún tema en particular.

Este tipo de debate virtual lo gana quien más "Me gusta" tenga al final del día. Cosa que en poco aporta al paisaje de las ideas, pues la discordia genera confusiones e insultos creando morbo a quien place como lector.

En alguna clase de filosofía un profe me dijo que Habermas indica al diálogo como generador de un producto que en su medida impacta realidades.

Es acá donde el debate, la crítica y la reflexión dejan de ser actividades de musas intelectuales para entrar en la cotidianidad del ciudadano de a pie.

Tal cual pasa en redes sociales, pero con el agravante de que los problemas solo son comentados.

Puede ser que la reflexión, el debate y la crítica en estos medios sean comunes por su facilidad de socializar opiniones. Pero si creemos que discurrir sobre los árboles talados en la Avenida del Libertador con un tuit, hablar de la responsabilidad de Hurtado en las chuzadas o criticar a alguna autoridad pública con fotos va a tener algún eco en la realidad, nos equivocamos y ¡de qué manera!

Nuestra ciudad siempre ha sido un lugar de múltiples luchas: Luchas por vacunar a los perros de la calle. Luchas por mejorar la higiene de la Bahía. Luchas por mostrar obras sociales para las elecciones que se avecinan.

Luchas por mostrar tu enamoramiento en fotos de caricias pero jamás nos detenemos a pensar cuantos "Me gusta" lograrán traducirse en abrazos de amor, en votos de campaña, en donaciones de vacuna canina o en turistas más felices frente al Morro.

Las luchas por redes sociales no tienen eco. La primavera árabe demostró que la web tiene capacidad de convocatoria más no de acción.

Son los escenarios públicos de debates donde conversando sobre temáticas propias de nuestra triste situación, lograremos indicar rutas de solución apropiada.

¿Cuántas veces usted ha escuchado que una autoridad ha asistido a una rendición de cuentas convocadas por la ciudadanía? Nunca.

Esto se debe a que no nos interesa luchar por cosas que tengan eco. Todos quieren reivindicar causas de manera aislada, sesgando lo público y renegando de quienes han elegido por omisión para gobernar nuestras instituciones.

No comparto ese tipo de lucha, una lucha sin eco, que de pronto genera mucho ruido y termina aturdiendo, mas no gestando conciencia ciudadana suficiente para diagnosticar problemas y formular soluciones.

Muchos de mis contactos en redes sociales sabrán de mi pasión por la política. Por ello no estaría demás invitarlos a que no renieguen con tonterías en contra de las autoridades públicas.

Que interesante sería que con movilizaciones, tutelas y foros temáticos demostráramos interés en avanzar como sociedad.

Hay quienes utilizan sus redes para los fines que a bien prefieran. Chévere sería que convocaran a eventos de discusión, donde los temas de actualidad tuvieran el espacio que merecen.

Basta de caracteres en Twitter, mejor pensemos en escenarios que forjen verdadero tejido social.

Ñapita: Representar a los cineastas, antropólogos y abogados de la Unimagdalena no es tarea fácil. Recibo propuestas a carta abierta para que la facultad Humanidades sea el espacio de discusión ideal que necesita la samaria.