Roger Federer el mejor tenista de todos los tiempos

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



Acaba de ganar el torneo de Brisbane en Australia el suizo Roger Federer, alcanzando su triunfo número 1000 y el título 83 de su carrera tenística. Esta cantidad de victorias tan sólo lo han logrado el estadounidense Jimmy Connors (1253) e Iván Lendl (1071) checo nacionalizado en los Estados Unidos.

Celebró esta nueva conquista con emoción sin par, soltó las lágrimas y expresó: "Nunca olvidaré este momento: Ganar el título y obtener al mismo tiempo la cifra mágica de 1000 victorias". Estaban viendo el partido, lo acompañaron y le hicieron entrega del trofeo dos legendarias figuras del tenis australiano: Roy Emerson y Rod Laver.

A mi juicio este representante helvético del deporte blanco como otrora solía llamarse, es un caballero a carta cabal en las canchas y fuera de ellas. Su seriedad profesional, su sobriedad en todos los actos, su respeto a sus rivales, a los jueces y al público, han hecho que en todo el mundo le tengan veneración, cariño y admiración.

Su saque sin ser el de más velocidad, es con singular efecto, diversa colocación y por ende supremamente efectivo. Su segundo servicio es igualmente demoledor. Se defiende tan bien en el fondo como en la malla. Su revés con una mano lo lanza atinadamente donde él quiere.

El golpe con la derecha es siempre de gran efectividad. Su smash golpe que se ejecuta por encima de la cabeza para las bolas altas, rara vez le falla. Sus voleas son impresionantemente dirigidas a despistar al contendor. Pero hay una devolución casi única que la ha practicado en muchos encuentros, consistente en pegarle a la bola por en medio de las piernas y ordinariamente con esa contestación ha ganado puntos.

Hay que poner de relieve su manifiesta puntualidad, su estricto orden, su particular serenidad, su total frialdad y su concentración mental. Características de los suizos y de ahí que todo le funcione como un relojito de su país. Por ese comportamiento, por esa manera de ser, de tratar la gente y por su equilibrio emocional, independientemente de su palmarés profesional, es que no me cabe la menor duda de que es el mejor tenista de todos los tiempos.

Por todo lo anteriormente expuesto es que ha habido un sin número de reconocimientos universales entre otros los siguientes: En el 2011 fue elegido como el segundo ser humano más confiable y respetado del mundo, después del fallecido líder Nelson Mandela. La asociación de tenistas profesionales igualmente lo consideró como el mejor tenista de la década (2000-2010).

El periódico "Marca" de España también lo eligió como el mejor deportista de esos mismos dos lustros. En Noviembre de 2012 lo catalogaron al lado del golfista Tiger Woods como el deportista más valioso del mundo. Se le ha denominado como el maestro de maestros en materia tenística.

Es el único tenista en la historia que ha estado durante diez temporadas entre los dos primeros del ranking. En el 2008 representando a Suiza en los Juegos Olímpicos de Pekín ganó en compañía de su compatriota Stanislas Wawrinka la medalla de oro. En Londres en el 2012 en las olimpíadas obtuvo en individuales la medalla de plata.

En Noviembre del año pasado, contribuyó a ganar el último partido de la Copa Davis con el punto definitivo, para que Suiza consiguiera por primera vez este galardón. No hay otro jugador que haya ganado 17 Grand Slam. Ese es otro récord histórico.

Su sencillez característica de los hombres con grandeza, la posee en grado sumo. No es persona de extravagancias, estridencias, alardes o protagonismos. Por el contrario le gusta el bajo perfil y eso hace que lo tengan más en cuenta los paparazzi, hinchas y periodistas.

Muchos deportistas y hombres públicos lo deberían imitar. Otro factor que le es favorable tiene que ver con su impecable presentación personal, la cual le ha proporcionado innumerables contratos publicitarios.

Indudablemente es el deportista ejemplar. Ojalá nuestros tenistas sigan ese prototipo y de ese modo brillen en las canchas como modelos de la buena educación, del señorío y del juego bonito y eficaz.