Ganadores y perdedores

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Amilkar Acosta Medina

Amilkar Acosta Medina

Columna: Opinión

e-mail: amylkaracostamedina@gmail.com



Las perspectivas de la economía global y de la latinoamericana en particular dependerán en gran medida del curso que tome la estrepitosa caída de los precios del crudo, los cuales perdieron más del 50% en el segundo semestre del año anterior, situándose a niveles que no se veían desde 2009.

Tanto la Opep como la Agencia Internacional de Energía coinciden en sus previsiones para este año con respecto a la perspectiva del mercado petrolero: mientras la Opep rectificó su pronóstico de un incremento de la demanda para este año de 1.19 millones de barriles/día a 1.12 millones, la AIE redujo sus proyecciones en 230 mil barriles/día, hasta alcanzar los 93.3 millones de barriles/día.

En concepto de la AIE este bajonazo en el precio del crudo, que llegó para quedarse por un largo rato, no ha estimulado la demanda mundial de este commoditie.

Si bien es cierto que los precios bajos le restan rentabilidad al negocio petrolero y desestimulan las nuevas inversiones en la industria, tornándola más selectiva y exigente en materia de costos, los eventuales recortes en los planes de las mismas, como lo advierte la AIE, "afectará la oferta, pero no ahora".

Claro que el impacto es diferente de país a país, según se trate de productores o no productores; este es un juego de suma cero, unos ganan lo que otros pierden. Los productores reciben un beneficio tangible y concreto, que según cálculos se cifraba en un trillón de dólares cuando el precio había caído desde los US $115 el barril a mediados de junio hasta los US $85 el barril. Como lo asegura el analista Moisés Naím, para los estadounidenses "la caída del precio del crudo es equivalente a un recorte de impuestos de US $110 000 millones".

Según el mismo Naím, en el caso de China, por cada dólar que disminuye el precio es un ahorro por valor de US $2100 millones".

En la otra cara de la moneda encontramos a Venezuela, en donde por cada dólar que cae el precio del petróleo se dejan de recibir US $700 millones; por diferencia de precios entre enero, cuando vendió su crudo a US $96 14 el barril y el 4 de diciembre, cuando lo vendió a US $68, dejó de percibir unos US $19 600 millones, equivalente al monto total de sus reservas internacionales.