Diciembre (Opinión)

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Escrito por:

Tuto Santos Araújo

Tuto Santos Araújo

Columna: La Columna de Tuto

e-mail: tutinoaugusto@yahoo.es



Ahora que llegó el último mes del año en el que muchos y muchas hacen las cuentas de lo que hicieron y de lo que no lograron hacer, de sus alegrías y tristezas, de sueños y frustraciones, de compartir en familia, llega la campaña mediática a nivel nacional de ayudar a personas necesitadas con un pequeño regalo o ayuda monetaria.

Ejemplo: algunas emisoras pidiendo ayuda para nuestros militares en combates; noticieros pidiendo ayuda para dar regalos a los niños más pobres; todo debidamente acompañado de voces tristes de locutores y presentadores y en el fondo música incidental aún más triste. Eso da rating y vende muy bien en cuanto a pautas publicitarias.

Asimismo nuestros grandes empresarios. Dando regalos, que en realidad son chichiguas. Y copiándome del señor Presidente cuando tenía su muy leída columna en El Tiempo, "A mí me da mucha pena" pero con estos supuestos grandes gestos de los que mandan en el país no se solucionan los problemas fundamentales del ciudadano y sobre todo de personas necesitadas.

Son políticas públicas claras, las que de verdad ayudan a personas de tercera edad, a los menores abandonados, a familias desempleadas y no con regalitos, que pasado este mes e iniciado el otro, ya se olvida.

Aclaro, que no estoy en contra de dar regalos, ni más faltaba, pero no a costa de terceros, el que quiera ayudar que saque de su bolsillo y lo exprese y punto. Porque muchos de los que dan regalos sienten que están en paz. ¡Hágame el favor!

Ñapa 1. De paso, cómo hemos perdido hace rato nuestras tradiciones. ¿En qué momento se nos metió ese horripilante y extraño personaje llamado Papá Noel?

Ñapa 2. Con rabo de paja. La senadora Vivian Morales de Lucio, expresó que muchos congresistas que votaron la ley de orden público, pueden perder investiduras por conflicto de intereses.

Se le olvida a la pastora samperista que ella votó a favor de la preclusión de Samper y allí no tuvo reparos éticos y fue más allá. Cuando la honorable Corte Suprema, investigaba a los 111 congresistas, entre esos a la señora de Lucio, ella la hizo tumbar mediante una tutela en la Corte Constitucional y jamás se pudo saber la verdad del juicio a Samper.



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