Protestas callejeras en Hong Kong

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



Desde julio de1997 tan pronto como se descolonizaron del Reino Unido, después de haber firmado el "Documento Blanco entre China y Gran Bretaña", mediante el cual se hacía el traspaso o cesión de Hong Kong, se había vivido allí una calma aparente y unas reglas políticas aceptadas por la población.
Sin embargo en este último lustro se empezaba a notar una diferencia de criterio frente a la vida, entre los jóvenes y sus mayores, más concretamente respecto de sus padres. Se identificaba una rebeldía con sus progenitores.

El pensamiento de los jóvenes ciertamente era muy dispar a quienes los antecedieron. Otra manera de ser y sus ideas originaban choques familiares, que se limaban por el hecho de que en la cultura oriental se venera y se respeta a sus ancianos y a sus cabezas consanguíneas.

De todas maneras la influencia occidental puso un grano de arena importante para que se produjera ese distanciamiento entre jóvenes y viejos. Esta circunstancia real y evidente se ha palpado en las manifestaciones de los estudiantes, por cierto numerosos y que van creciendo como la audiencia que nos señalaba nuestro egregio escritor Jorge Zalamea. Los padres de los muchachos que salían a protestar no estaban de acuerdo con esas reuniones públicas de rechazo al sistema de elección vigente para efectos de escoger el Gobernador. En muchos hogares no permitieron que sus hijos salieran a esas protestas callejeras.

En Hong Kong a diferencia de la China continental existe la libertad de expresión, de reunión, de asociación y de locomoción, la prueba son estas demostraciones de reclamación política de los jóvenes, que indudablemente en la China de ningún modo las hubiesen permitido. Son dos sistemas o regímenes en un mismo país. Hong Kong tiene 2 millones de habitantes y el resto de China 1.300 millones. Poseen parlamento propio, es una pseudodemocracia.

Es el Miami oriental capitalista.

Los profesores y académicos acompañan tímidamente a sus discípulos, más aún ahora cuando ha habido una fuerte represión policial. Pero ese cambio en el modus operandi electoral Pekín no lo quiere, toda vez que no admite nuevas ideas, las cuales considera revolucionarias. El gobierno chino dice que los instigadores son extranjeros cuyas pretensiones según ellos son acabar con la armonía, estabilidad y prosperidad de Hong Kong. Estados Unidos e Inglaterra han estado a la expectativa, como vigilantes espectadores.

¿Cuál es el objetivo de los universitarios? No es otro que el reconocimiento del derecho a votar por las personas que ellos mismos seleccionen. Actualmente el gobierno chino elige los potenciales elegibles y entre ellos se decide quién es el gobernador.

No hay participación de la población de Hong Kong en esa escogencia de elegidos. Votan por aquellos que han sido previamente designados por Xi Jinping Presidente Chino y a la vez Secretario del partido comunista. En consecuencia es un subalterno o un testaferro del gobierno, leal al partido comunista, a su gobierno y a su Patria. No hay vínculo de ese gobernante con su pueblo y por ello es mal recibido desde que asume su mandato.

El Mandatario Xi ha expresado dos declaraciones contradictorias por un lado su parecer es que "el sueño chino de la China Continental debe ser Hong Kong" esto es un gobierno capitalista y por el otro lado ha dicho que" la caída de la URSS se debió a que nadie tuvo agallas de sacar la cara por el sistema comunista". Además cree que él es un patriarca con una Jefatura de fuerza e intransigencia contrario por ende al verdadero liderazgo.

Los dos caminos de manejo de esta crítica situación son el enfrentamiento directo y firme que es lo que se ha visto hasta hoy o el ganarse los corazones y las mentes con una posición razonable y de buenas maneras. El encarcelar a los líderes puede ser un punto de inflexión.
Los rebeldes no se van, han decidido quedarse hasta sus últimas consecuencias. Tienen esperanza, puesto que están convencidos de que es "Ahora o Nunca".

En su sentir "nuestro jefe ejecutivo debe ser elegido por nosotros y no por un grupo de personas". "El gobierno debe respetarnos".
En Hong Kong se puede alzar la voz y expresar opiniones en contraste con el resto de la China. Desde luego la policía protege al gobierno y no a la ciudadanía. Son esclavos de Pekín. El peligro es que como están las cosas se puede perder lo más valioso cual es la libertad y se corre el riesgo de convertirse Hong Kong en una Corea del Norte.

De quién gane el pulso, dependerá la vida o el futuro de los chinos de Hong Kong, de sus familias, de sus hijos y nietos. Es una verdadera pesadilla para Pekín.

Pero no hay que olvidar una cláusula del documento de transferencia de Inglaterra a Hong Kong, con base en la cual en determinado momento el gobierno chino puede aplicarla; consistente en que si el gobierno de Hong Kong pierde el control sobre su población, China se reserva el derecho a recuperarlo por la vía militar. Normatividad en contra de Hong Kong. Ojalá no se llegue a tales extremos.