Los estudiosos del tema aseguran que el origen del término se les debe a las damas francesas que por esos días comerciaban sus amores por estas tierras. Un histriónico y profesional mon Dieu fue inexplicablemente transfigurado en una referencia fálica producto de las falencias lingüísticas de la clientela local. Definitivamente, uno de los grandes misterios del surrealismo en que vivimos.
La semana pasada, el gallinero local se alborotó como consecuencia de la surreal, obscena e impúdica puesta en escena de un show amatorio en pleno parque de Los Novios en Santa Marta. Acto impúdico, que tal vez invita a pensar que para rendirles tributo a las olvidadas madamas francesas por sus contribuciones idiomáticas, y además ser fieles al uso histórico del parque, deberíamos llamarle el parque de la mon Dieu.
En realidad se llama parque Santander, pero nadie nunca ha ido a este parque a izar bandera. Antes de la renovación del centro histórico, y cuando el parque permanecía sumido en las sombras, un número importante de samarios fue concebido en esos predios bajo la mirada impávida de nuestro prócer revolucionario.
Nuestra pacata sociedad con justa razón se escandalizó por la escena triple x mencionada, y el acto ha sido censurado por propios y extraños; aunque por el lado positivo, también podría servir para inspirar un revolcón en la oferta culinaria. Por ejemplo, crear un plato que ofreciera carne a la percanta con plátano mon Dieu, acompañados con abundante morbo popular. Como para chuparse…lo que usted quiera.
¿Podrá haber algo más obsceno e impúdico que lo comentado? Obvio que sí. ¿Qué tal la clavada de ‘Pecas’, quien fue abusado en estado de indefensión por una pastorcita mentirosa? Abusó de la confianza y lo colocó en estado de indefensión echándole una mentira más grande que la Catedral de Santa Marta.
Y nuevamente como protagonista central de la obscena e impúdica jugarreta, nada más y nada menos que mon Dieu, quien supuestamente fue el que le pidió a la pastorcita mentirosa en una revelación personal que traicionara a Linero; quien hasta ese momento se creía la mon Dieu, ya que era el virtual presidente del Concejo samario. ¡Será posponer el brindis y el descorche del champagne para otra ocasión! Más obsceno imposible. No solo por la naturaleza del acto mismo sino por la calidad de uno de los protagonistas.
Agotada la capacidad de asombro, me pregunto si podrá haber algo todavía más obsceno, torcido e impúdico que las aberraciones comentadas. Pues sí. Todos sabemos por qué no supimos y por qué el Magdalena quedó de penúltimo en el país en las pruebas Saber 2014. Todos sabemos que los recursos de la educación de los magdalenenses se destinan a la financiación de aspiraciones políticas sin importar que todo un pueblo sea condenado a la ignorancia, al atraso y la pobreza.
El desvío de los recursos públicos para la educación no solo es la mayor obscenidad posible sino que moralmente es delito de lesa humanidad y traición a la patria. Y aquí mon Dieu no tuvo nada que ver, o ¿sí?
