Reinstitucionalización

Columnas de Opinión
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"…El giro institucional que se ha dado durante este tiempo, ha logrado forjar buenas relaciones institucionales y destrabar otras tan peligrosas y espinosas como las de Venezuela, Ecuador, entre otros".

A pesar de que el paquete legislativo del gobierno Uribe era ambicioso, la distracción durante más de 2 años por el proyecto de la reelección desvió la atención no sólo de la comunidad sino de los congresistas empeñados en que se aprobara y quienes se oponían con razones suficientes a la perpetuidad en el poder.

Pasados los 100 primeros días del gobierno Santos, en el ambiente se observa cierta satisfacción entre quienes votaron por él y, de quienes no lo hicieron, alivio por no seguir al pie de la letra la forma de gobernar de su antecesor, quien terminó generando opiniones encontradas frente a temas sensibles y perpetua contradicción con los demás órganos y ramas del poder público.

En columna anterior manifestaba que el proyecto de Unidad Nacional empezaba a resquebrajarse por los celos dentro de las bancadas que lo conforman. Pero es de analizar que el giro institucional que se ha dado durante este tiempo, ha logrado forjar buenas relaciones institucionales y destrabar otras tan peligrosas y espinosas como las de Venezuela, Ecuador, entre otros.

El gobierno colombiano es visto con ojos de "mejor amigo" y se encuentra en el pedestal político que desearía todo gobernante ya que la opinión pública y la clase política han respaldado las iniciativas gubernamentales que buscan entre otras ir cancelando deudas sociales.

Los retos institucionales que enfrenta el gobierno como la oleada invernal con todas sus consecuencias han frenado el arranque económico que venía presentándose en el país, y el destinar recursos para aliviar los males invernales conlleva a que se frene esa iniciativa. La convocatoria al Consejo de Ministros y la reunión en el salón de crisis para la declaratoria de la emergencia social, denota que el problema que hoy aqueja a millones de compatriotas debe resolverse no sólo con la buena voluntad de los colombianos, ni con liberar mayores recursos, sino para combatir con acciones reales la problemática como mejoramiento de los canales y afluentes hídricos y la reubicación de todas esas familias que se encuentran en zonas de alto riesgo.

Reto mayúsculo le ha tocado al presidente Santos -similar al que sucedió en el terremoto del eje cafetero en el gobierno Pastrana-, donde hasta el momento ha llamado a la solidaridad nacional e internacional para adquirir ayudas que alivien todas las zonas del país afectadas, sin que desconozcan sus obligaciones las autoridades territoriales y los funcionarios de prevención en desastres.

Con el apoyo popular y la reinstitucionalización, el gobierno ha adquirido el impulso necesario para enfrentar problemas sociales, económicos e internacionales y lograr destrabar la elección del Fiscal General de la Nación.

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