¿Quién pierde aquí?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Carlos Rojas Centeno

Carlos Rojas Centeno

Columna: Opinión

e-mail: carlosrojas9114@outlook.com


Hoy el país libra uno de los tantos debates que se discuten en pasillos, oficinas, aulas de clases, en las calles y por qué no en el congreso, donde residen los "padres de la patria". La legalización de la marihuana o cannabis para fines medicinales.
Colombia, por iniciativa del senador Juan Manuel Galán ha propuesto la legalización de la marihuana para fines medicinales y terapéuticos y alrededor de su propuestas han saltado los contradictores de tan novedosa y vanguardista proyecto de ley. ¿Por qué Colombia no y el resto del mundo si? Y es que en mi pensar el proyecto de ley No 27 del 2014 se queda corto, porque nuestra sociedad si quiere avanzar y combatir el narcotráfico y la financiación del terrorismo debe legalizar el consumo de la cannabis para fines no solo medicinales y terapéuticos sino también para el uso recreativo.
En otros países como Uruguay es totalmente legal la venta, consumo y producción de la marihuana y en otros se viven situaciones intermedias donde es abierta la venta para el uso medicinal y para el consumo recreativo, Holanda, país vanguardista en el tema vende el producto en los mayormente conocidos Coffe Shops en variadas presentaciones.
Se equivocan los que piensan que la legalización de la marihuana para fines terapéuticos y medicinales es un intento o el camino que se ha escogido para despenalizar de manera general su producción, distribución y comercialización, esta es la vía que se requiere en Colombia para alcanzar un modo de consumo consciente y regulado y para darle plena garantía y evolución a algunos derechos y libertades.
La realidad nos muestra que si dejamos la venta a la clandestinidad nunca vamos acabar con el narcotráfico, esta es una forma de ganarle espacio a los narcos y una alternativa para combatir el mismo, nos hemos dado cuenta que por las vías de la represión y la persecución es muy difícil, casi que imposible, porque cada día son más los pequeños grupos que se dedican a la producción y la distribución clandestina.
¿Quién pierde aquí? El narcotráfico. Porque si bien es cierto que Colombia no está a la altura de países como Dinamarca y Holanda no podemos quedarnos como una bicicleta estática donde damos pedal y más pedal y no avanzamos, un país como el nuestro no puede permanecer en el closet de la marihuana, la legalización del consumo no me hace consumidor y eso es lo cómodo de esta realidad, porque es la verdad.
Quizás, hoy muchos seremos herejes para aquellos que siguen la concepción de que la única forma de acabar con el narcotráfico y la luchas contra las drogas es a través de la represión, pero el tiempo ha demostrado que el camino y la estrategia utilizada han fracasado, y cada día más el problema de salud pública, la descomposición social y el conflicto armado se ha incrementado considerablemente, y por ello, es que la legalización de la marihuana ha recobrado un interés especial para hacerle frente al mercado de la droga, por eso yo hoy le digo sí a la legalización y a la reglamentación y no a la represión.