En salud: Hospitales cerrados, privatizaciones, mercantilización del paciente. En lo laboral: pauperización de los condiciones de los trabajadores, tercerización laboral, disminución de horas extras, salario mínimo que no alcanza para nada. En agricultura: quiebra del agro, abandono del campo, olvido del campesino.
Y eso que nombramos únicamente tres temas (Salud, Laboral y Agricultura), en los que se puede concluir, lo desastroso y fatal, que resultó la aplicación de la apertura económica en el inicio del gobierno de César Gaviria, y que la usaron todos los presidentes. Aplicar las recetas económicas del consenso de Washington.
Podemos decir que la famosa nueva carta cumplió su objetivo. Me explico: La Constitución de 1991, tenía un claro objetivo, porque si por un lado se dieron derechos y deberes a los ciudadanos y se creó un valioso instrumento como la Tutela, y se reconocieron a las minoría étnicas y religiosas que no existían para la Constitución de 1886, la nueva Constitución abrió el espacio para la política neoliberal.
El resultado de esas recetas dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, en donde deja al Estado a manos del mercado, es que hay pocos ricos, muchos pobres, inmensa quiebra, poco manejo de un país en el manejo de lo económico, entrega de nuestras reservas a las grandes multinacionales, privatización de grandes empresas estatales, crisis en la salud. Todas negativas consecuencias para el ciudadano de a pie.
Por cierto que los hoy expresidentes Uribe y Gaviria, actualmente enemigos políticos, fueron uña y mugre en el gobierno del segundo, ya que Uribe como senador, fue el ponente de dos proyectos lesivos para el ciudadano pobre, las leyes 100 de Reforma a la Seguridad Social, conocida como la salud y la ley 50 de Reforma Laboral.
Son unas pocas familias abyectas a los gobiernos americanos, los que se han favorecido, con estas nefastas recetas, pues no es gratis que todos los que han trabajado en el ministerio de Hacienda, se pasan a trabajar bien sea al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial.
Esperamos los colombianos que amamos nuestra nación, que el modelo económico cambie, porque el que nos impusieron desde afuera y fue aplicado por los tecnócratas estudiados en Estados Unidos, fracasó rotundamente.
