Reforma a la ONU

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Juan Galán Pachón

Juan Galán Pachón

Columna: Opinión

e-mail: prensa@juanmanuelgalan.com



El Consejo de Seguridad es el órgano más importante de la ONU, Su principal tarea es mantener la paz y la seguridad en el mundo. Este órgano surgió con la firma de la Carta de las Naciones Unidas en 1945 y para su creación, no solamente se tuvieron en cuenta las sugerencias de los más poderosos sino también la de los países más pequeños, fruto de la descolonización.
Este consejo, ha sido llamado el más poderoso porque sus resoluciones son obligatorias para los 192 países miembros, a diferencia de las decisiones de otros órganos de la ONU que se consideran como meras recomendaciones. Adicionalmente, este consejo puede adoptar medidas para investigar cualquier situación susceptible de amenazar la paz, imponer sanciones para modificar la conducta de un Estado y disponer el envío a cualquier lugar, de fuerzas militares para el mantenimiento de la paz.
El Consejo de Seguridad ejerce una influencia importante en la manera como se conduce la política mundial y la vida de los estados; por esa razón, se discute la necesidad de otorgarle un puesto permanente a un país latinoamericano. Actualmente, sus miembros suman un total de quince países compuestos por cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, el Reino Unido y Francia) y diez miembros no permanentes elegidos y reemplazados cada año para garantizar una adecuada distribución geopolítica.
Este no es un asunto meramente académico, el Consejo de Seguridad necesita legitimar sus decisiones ante la región, más aun, cuando las 23 agencias y organismos que conforman el Sistema de las Naciones Unidas intervienen actualmente no solo en Colombia sino en la región. Apoyan las capacidades estatales para afrontar los retos del desarrollo y para lograr la superación del conflicto armado. América Latina ha servido de laboratorio para implementar enfoques innovadores diseñados en las Naciones Unidas, combinando la reducción de la pobreza con la inclusión social y ha mostrado éxitos que le dan credibilidad para hablar sobre desarrollo, paz y seguridad colectiva.
El mundo, no es el que teníamos en 1945 y por eso, el Sistema Internacional está obligado a incluir figuras emergentes dentro de los órganos más importantes de la ONU y hacerlos parte de la definición de estrategias sociales y políticas de seguridad y desarrollo. América Latina y el Caribe, necesitan influir de manera real, no simbólica, en el diseño de la paz mundial. Es necesario agregar una nueva silla permanente al Consejo de Seguridad.