Centenario de la primera guerra mundial

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Escrito por:

Gustavo Hernández López

Gustavo Hernández López

Columna: Opinión

e-mail: gusherlo@hotmail.com



En Julio de este año en curso se cumplieron cien años de haber comenzado esta primera guerra mundial. De todos los conflictos bélicos indudablemente este ha sido el más violento, encarnizado, cruel e insensato de los que han tenido lugar en el mundo. Acabó prácticamente con una generación de europeos y produjo 10 millones de muertos, 19 millones de heridos y cerca de 34.5 millones de mutilados. Estas estadísticas no son exactas por cuanto la historia nos muestra cifras reales pero las mismas han sido controvertidas por los vencedores y por los vencidos, pero se presume que se acercan en grado sumo a la verdad. De todos modos fueron millones de damnificados.
Fueron cuatro años y tres meses de lucha, de sacrificios de los países que participaron y además convencidos todos de que iba a servir para evitar en forma definitiva más guerras y acontece que allí se empezó a generar la segunda guerra mundial. Esa era la justificación, pero la dura realidad es que hubo múltiples causas entre otras las siguientes: 1) los ingleses dueños y señores del mar no veían con buenos ojos que Alemania construyese una potente flota de guerra, que les pudiera competir en su supremacía marítima.
2) Los intereses de Francia y Alemania en Marruecos, que dieron origen en 1905 y 1911 a varios conflictos diplomáticos entre estas dos naciones. 3) Austria quería destruir o anular el fuerte y creciente nacionalismo serbio. 4) Los austro húngaros querían dominar la península balcánica y Rusia tenía las mismas pretensiones.
Entonces se observa que la ambición de poder, el expansionismo patentemente manifiesto, las rivalidades existentes entre las potencias europeas, originaron estas sangrientas operaciones de combate.
De tiempo atrás se organizaron alianzas militares, por ejemplo el Canciller germano Bismark promovió en 1882 la triple alianza constituida por Alemania, Austria- Hungría e Italia. No obstante tal pacto Italia estuvo neutral en esta pugna y al final estuvo en contra de Alemania. Otra alianza importante la formaron en 1904 Rusia, Reino Unido, Francia y Serbia, la cual se denominaba los Aliados.
En la contienda de 1914 intervinieron Alemania, Austria, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Rusia, Yugoeslavia, Japón y Polonia y una vez que los submarinos alemanes les hundieron unos barcos mercantiles, se produjo la entrada de los Estados Unidos. Bélgica por defenderse del ataque teutón se vio involucrada en estas batallas. Japón aprovechó la coyuntura belicosa para arrebatarle a Alemania las colonias en el Pacífico y ser allí la potencia imperialista.
La estrategia de Alemania por los factores comentados no era otra que alcanzar una victoria rápida, pues de no ser así la superioridad numérica en hombres le sería contraproducente.
Técnica, económica y militarmente Alemania se imponía y por ello en tierra su ejército era poderoso en dotación, entrenamiento y capacidad de combate. No así en el mar donde Reino Unido dominaba. Los aliados poseían territorios coloniales, que en un momento dado aportarían materia prima y combatientes como en efecto lo hicieron. Los aliados por ende contaban con más recursos humanos y una superioridad naval.
Por los factores enunciados los teutones tenían que plasmar sus objetivos en corto tiempo. De otra manera la demora estaba en contra de ellos dada la superioridad numérica en hombres de los aliados. Pero lo más contraproducente para Alemania fue la entrada de los Estados Unidos que desequilibró e inclinó la balanza o mejor aún a partir de ese momento todo estuvo a favor de los aliados. En la segunda guerra mundial igualmente los Estados Unidos salvaron a los Aliados.
Se notaba un ambiente de guerra, que todos ocultaban y un hecho fatídico y cierto se convirtió en el florero de Llorente o el detonante para la iniciación de esta confrontación. Se trató del asesinato en los Balcanes del heredero de la corona Austro-Húngara el archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía. Ese homicidio se sucedió en Sarajevo el 28 de junio de 1914.
El 28 de julio de ese mismo año, Austria -Hungría le declara la guerra a Serbia apoyada por Alemania. Rusia se pone al lado de Serbia y de inmediato Alemania le comunica a Rusia y a Francia su determinación de atacarlos. Al dirigirse los alemanes a Francia pasaron por Bélgica y arrasaron. Entonces Gran Bretaña ante esa brutal invasión a los belgas decide irse contra Alemania.
La guerra de movimientos se desarrolló en 1914. Alemania empleó esta estrategia como lo expresé anteriormente y así llegó en un abrir y cerrar de ojos a París. La guerra de trincheras se sucedió entre 1915 y 1916 ante el fracaso de la guerra relámpago.
En 1918 por razón de las enfermedades, los muertos, la economía maltrecha y la desmoralización de todas las tropas comprometidas en la guerra, se firmaron para finiquitarla varios tratados de paz: el de Versalles, Saint Germain, Trianon, Neully-Sur-Seine y Sevres.
Las consecuencias de la guerra independientemente de las pérdidas humanas y materiales se apreciaron de la siguiente manera: Turquía redujo su territorio. El Imperio Austro-Hungaro feneció y en su lugar se crearon cuatro Estados: Austria, Checoeslovaquia, Hungría y Yugoeslavia. Europa quedó sin medios de comunicación, sin transporte y con epidemias de enfermedades infectocontagiosas. Es decir la debacle social, económica y humana.



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