Analfabetismos en las autoridades locales

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Escrito por:

Eder Ojeda Carranza

Eder Ojeda Carranza

Columna: Opinión

e-mail: ederojeda0587@hotmail.com



La teoría del federalismo fiscal y lo estipulado por la descentralización colombiana desde la elección de autoridades locales desde 1986, nos muestran claramente como las entidades territoriales incluyendo los distritos deberían desarrollar un buen desempeño en materia fiscal, sin embargo en la actualidad esta teoría falla, ya que si bien les establecieron autonomía y competencias en los niveles de gobierno, estos últimos han sido incapaces de gestionar recursos propios.
La dependencia fiscal del distrito de Santa Marta con respecto a los ingresos que les gira la nación crecen a lo largo de los últimos diez años, como lo muestra el grafico # 1, en el 2003 empieza con el 0,28%, presentando el mayor incremento en la década en el año 2004; es decir que del total de los ingresos municipales el 0,41% fue conseguido por el distrito; mientras que el año en que menor dependencia registro fue 2005 (0,21%), aumentando la tendencia en el 2006 (0,28%). Luego presento una disminución de (0,03%) en 2007, bajando a (0,24%) en el 2008, (DNP, 2014).
En el 2009, aumenta a 0,30%, y disminuye a 0,24% en el 2010, luego se incrementa en el 2011, en 0,28% manteniéndose hasta el 2012. Lo cual quiere decir que Santa Marta, presenta una dependencia en su totalidad de los recursos de la nación, situación que persiste durante toda la década y que demuestra la incapacidad de los gobernantes de turno de generar recursos propios, para mejorar su capacidad de gasto en el corto plazo.
Por lo anterior, se puede decir que si bien la descentralización, les dio autonomía administrativa a las entidades territoriales, esta no se ha reflejado; ya que aún dependen de los recursos de la nación para poder funcionar; y que además el distrito al igual que los municipios no cuenta con mecanismos y competencias tributarias que le permita avanzar en el desarrollo de sus capacidades.
Por lo que vale decir que unas de las cosas que intentó salvaguardar la constitución política de 1991, fue la estabilidad fiscal de las entidades locales, sin embargo es responsabilidad de las autoridades locales figurada en los alcaldes de turno gestionar más recursos, sin ignorar su importancia como hasta ahora lo hacen.