El club de los llorones

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Se acabó la fiesta y ahora toca pagar la cuenta y Santos que se la gozó y fue el gran beneficiado, ahora va a poner conejo. Era lo lógico, no hay cama pa tanta gente, y alguien tiene que dormir en el suelo o fuera de la casa. Además porque ya elegido, y con la sartén por el mango, puede darse el lujo de pelear con los que antes eran sus muy entusiastas e interesados partidarios.
Comenzó por los reclamos de la bancada costeña de la U, que exigía mas ministerios para ellos y para la Costa, supuestamente porque la Costa fue la que eligió a Santos. El problema es que ya está elegido. Al margen de todo, me parece que la mendicidad burocrática tiene muy mala presentación y es de mal gusto.
El Presidente tiene que gobernar con quien se sienta cómodo. Esto no tiene nada que ver ni con procedencia regional ni color ni raza. Este fuero hay que respetarlo. Si la bancada costeña pidiera proyectos y desarrollo para la región con el mismo ahincó que llora puestos, no tendríamos en la Costa cinco de los siete departamentos más atrasados del país, ni tendríamos calamidades como las que se están viviendo en La Guajira, el Magdalena y otros departamentos.
A los costeños poco debería importarnos la procedencia de los ministros sino que trabajen y hagan algo por la Costa. Hemos tenido muchos ministros costeños, que han sido funcionarios de lujo… porque de poco han servido.
Ahora Gaviria decidió pasarle la factura a Santos por la elección del Contralor, y el hombre está ofendido por lo que considera una ruptura de las mangualas electoreras. ¿Por qué tanto interés en la Contraloría? No creo ni por un momento que los ahora contradictores tengan en mente los más altos intereses del país en mente, porque si así fuera, no habría pelea. Piensa mal y acertarás. Sea como sea, Gaviria no va a dejar desempleado a Simoncito.
Vendrán otros distanciamientos y peleas porque la colcha de retazos que apoyó a Santos, apenas comienza a cobrar. Ahora todo el mundo se considera el factor decisivo en la victoria. Si es así, entonces por lo menos denle un ministerio a doña Mechas, y si no, pues aunque sea una casita y la tranquilidad para que viva sus últimos años felices y sin preocupaciones.
Muchos hicieron, o están haciendo, el doloroso aprendizaje de que no todo el que llora mama ni todo el que está mamando lloró. El dinamismo y fluidez de la política.
Al margen de estos bochornosos espectáculos, me parece que el gabinete es bastante pasable. Lo digo con temor y reserva de sumario porque hace cuatro años Santos tenía el dream team, el equipo soñado, y vean como le fue, nos fue para ser más exactos.
Ojalá y por el bien del país, este gabinete si de la talla y pueda resolver los temas más angustiosos y fundamentales de nuestra sociedad.
La Costa no espera ministros, pero si espera cuantiosas inversiones en educación, infraestructura, salud, vivienda y herramientas que propendan la integración regional. Así es como queremos que nos paguen.